La Junta de Castilla y León registró un superávit en sus cuentas hasta septiembre de este año de 92 millones de euros, lo que supone un 0,16 por ciento de su PIB, según los datos aportados ayer por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, cuando el año pasado contabilizó en el mismo periodo un déficit de 156 millones, el 0,28 por ciento de su economía.

El conjunto de las administraciones regionales presentaron una capacidad de financiación de 992 millones, el 0,09 por ciento del PIB, frente al déficit de 2.044 millones (0,18 por ciento de la economía) de 2016.

El superávit en las cuentas autonómicas se debió, según el departamento que dirige Cristóbal Montoro, a las mayores entregas a cuenta, que aumentaron en 3.148 millones respecto a las del ejercicio anterior y a la liquidación definitiva del año 2015 realizada el pasado mes de julio, con un aumento de 983 millones respecto a la de 2014, hasta los 8.653 millones de euros, 314,23 correspondientes a la autonomía.

En sentido contrario destacó el incremento del gasto en la remuneración de asalariados y de los consumos intermedios, que crecieron respecto al tercer trimestre de 2017 un 1,9 y un 2,9 por ciento respectivamente

El informe difundido ayer refleja que una docena de autonomía tuvo superávit en sus cuentas en los nueve primeros meses del año. Así, junto a Castilla y León estuvieron Canarias (532 millones de euros); Baleares (289 millones); Galicia (212); Cataluña (140); País Vasco (125); Navarra (74); Asturias (70); Andalucía (67); La Rioja (28); Extremadura (26); y Valencia (nueve). Por el contrario, cinco comunidades incurrieron en déficit, Murcia (248 millones de euros); Madrid (232 millones); Castilla-La Mancha (99); Aragón (90); y Cantabria (tres).