El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha recordado que la empresa tiene "2.000 corazones" en territorio castellanoleonés, en alusión a los 2.000 empleos de la eléctrica en la Comunidad, si bien ha evitado hacer declaraciones sobre las palabras del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que el martes acusó a la entidad de "no tener corazón".

Sánchez Galán ha insistido en el "compromiso total" de la compañía energética con la reducción de emisiones, un propósito que está "en los estatutos y en las políticas" de la entidad. Y, así, ha explicado que Iberdrola ya ha cerrado en los últimos 16 años un total de 15 instalaciones con las tecnologías más emisoras, como son las de gasoil, fueloil y centrales de carbón, una de ellas se clausuró el año pasado en Reino Unido con un tamaño "cinco o seis veces" más grande que el "de las que estamos hablando aquí", ha dicho en referencia a las centrales térmicas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia).

Por otro lado, el PP defenderá la ampliación de la vida útil de las centrales térmicas en España "al menos hasta 2030", cinco años más de lo previsto, en sintonía con países como Alemania y Polonia que pretenden arrancar este compromiso a través de la negociación correspondiente en el seno de la UE. El portavoz del Grupo Popular en las Cortes de Castilla y León, Raúl de la Hoz, ha apostado por el mantenimiento de su actividad según los pasos establecidos en un real decreto de reciente aprobación. Iberdrola deberá garantizar que un posible cierre no afectaría ni a la seguridad del suministro ni al precio de la energía, ya que en caso contrario se le exigiría a la empresa hidroeléctrica el mantenimiento de la actividad. Si Iberdrola no accediera a este requerimiento, las centrales saldrían a subasta y si ésta quedase desierta se adjudicarían de forma directa con una subvención, aseguró De la Hoz.