La consejera de Economía y Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, rechazó ayer el "ejercicio de la capacidad recaudatoria" para elevar los gastos como solicitan PSOE, Podemos e IU; y defendió que más recursos, en la intensidad que demandan las fuerzas de la oposición, "solo podrán lograrse de la mano de una reforma del sistema de financiación autonómica, que deberíamos defender con convencimiento", dijo.

Del Olmo, que abrió el debate a la totalidad de las cuentas de la Comunidad para 2018, advirtió de que elevar la presión fiscal en Castilla y León "afectaría muy negativamente a la comunidad en el actual mapa tributario autonómico y ni de lejos alcanzaría a atender las demandas de más gastos solicitados a todos y cada uno de los consejeros" por la oposición de izquierdas.

La responsable de las finanzas públicas de la comunidad lamentó que Castilla y León pierde "año a año" recursos con el modelo de financiación autonómica de 2009; y aseguró que "si se hubiera mantenido el peso medio" que tenía Castilla y León en el sistema de 2002, "se habrían recibido en torno a 700 millones de euros más al año".

Esos datos, dijo, le obligan a pedir "la defensa férrea" de la postura de comunidad que hasta la fecha comparten la Junta y todos los grupos parlamentarios. Pilar del Olmo también criticó la posición de los grupos que rechazan sus presupuestos en materia de déficit y endeudamiento porque "no les gusta el endeudamiento actual, pero a la vez afean el cumplimiento del déficit al que achacan no sé cuántos recortes inexistentes en materia de gasto público".

Finalmente, los proyectos de ley de Presupuestos de Castilla y León y de Medidas Tributarias superó ayer un nuevo trámite parlamentario en las Cortes, al ser rechazadas con los votos del PP y C's las enmiendas a la totalidad del PSOE, de Podemos y de IU-Equo, mientras que la UPL se ha abstenido.

El Pleno ha arrancado con la exposición de la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien ha defendido la bondad de las Cuentas de 2018, dotadas con 10.859 millones de euros, 566 millones más que los actualmente vigentes para 2017 -el 5,5 por ciento más-, y que tienen como prioridades la prestación de los servicios públicos, y la consolidación económica y el empleo de calidad.

El primero en defender su enmienda de totalidad ha sido el portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, quien ha alertado de que las previsiones incluidas en el presupuesto reflejan "más riqueza pero en manos de los de siempre gracias a sus regalos fiscales", en referencia a los dirigentes de la Junta.

Le ha replicado el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, quien ha acusado a Tudanca de argumentar "exactamente lo mismo" que en el anterior debate presupuestario, con "los mismos epítetos y calificaciones" de los portavoces sucesivos que ha tenido el PSOE en las Cortes durante las últimas legislaturas.

Tras un receso para comer, el debate se ha retomado con la intervención del portavoz de Podemos, Pablo Fernández, quien ha acusado a la Junta de tratar de "normalizar la desigualdad" y los "desequilibrios" existentes entre unas provincias de la comunidad, con unos Presupuestos que se basan en un "chanchullo" entre el PP y C's.

La crítica a los presupuestos del portavoz de IU-Equo, José Sarrión, se ha centrado en que no son suficientes para paliar todos los problemas que acucian a Castilla y León, por lo que ha reivindicado cambios de modelo fiscal, en lugar de partidas "efectistas" que se diseñan por el Ejecutivo autonómico para "ocupar titulares".

En el caso de Ciudadanos, su portavoz Luis Fuentes se ha limitado a fijar su posición justo antes de la votación y ha cargado contra los grupos que han enmendado la totalidad del proyecto de ley al utilizar el "pataleo y el lloriqueo", hasta el punto de tildarles de "oposición de figurantes", en contraposición de la "utilidad" de su acuerdo con el PP para sacar adelante estas cuentas.