La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, destacó ayer que la UE se enfrenta a grandes retos como la despoblación y el envejecimiento y defendió que este momento, en el que se debaten los presupuestos europeos a partir de 2020, es la ocasión para dar una respuesta "verdaderamente eficaz" a esas inquietudes.

En este sentido, Clemente exigió la creación de "fondos específicos" para políticas de lucha contra la despoblación durante la elaboración de las nuevas perspectivas financieras, que beneficien a regiones como Castilla y León, donde la densidad de población es "muy baja" con tasas muy alejadas de la media de la UE y España. "La UE debe tomar medidas económicas claras y contundentes de estímulo de fijación de población en los pueblos", sentenció.

Clemente incidió en que para definir ese marco de financiación, deberían participar "de forma directa y cualificada" las regiones europeas para afrontar eficazmente los retos. Al respecto, demandó un "mayor protagonismo" de las regiones en el diseño de las políticas europeas para así conseguir una "mejor respuesta" a las necesidades de los ciudadanos, como las que provocan la despoblación y el envejecimiento. Dar respuesta a las necesidades de los europeos a través de las políticas adaptadas a cada territorio y dotadas de los fondos económicos necesarios es, según la presidenta, "una de las mejores formas de combatir a los euroescépticos".

La presidenta de las Cortes insistió en que el envejecimiento y la despoblación constituyen "un problema estructural sobre el que hay que tomar medidas cuanto antes" y concretó que "la mitad de los estados miembros de la UE" perdieron habitantes en 2015. Aseveró que la previsión es que la UE solo represente el 5% de la población mundial de 2060, cuando a finales del siglo XX suponía más de 20%.