Las subvenciones a la rehabilitación de edificios duplican las cuantías de las ayudas por vivienda, con el objetivo de flexibilizar los requisitos e incrementar el número de beneficiarios. El próximo lunes, 22 de mayo, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicará la convocatoria de esta línea, que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha dotado con 7,28 millones, que pretende mejorar la conservación, calidad, sostenibilidad y accesibilidad del parque residencial.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentó ayer la convocatoria de las ayudas a la rehabilitación edificatoria para el año 2017 en el Foro de Rehabilitación de Castilla y León. Las subvenciones, que se podrán solicitar a partir del martes, pretenden agotar los fondos, ya que en la anterior se adjudicaron 5,5 millones y se actuaron en 4.359 viviendas, como en 2015, cuando se otorgaron al 48 por ciento de los solicitantes y se intervino en 1.158, con 1,8 millones.

Suárez-Quiñones destacó como novedad que los beneficiarios podrán recibir este año hasta un máximo de 8.800 euros por vivienda frente a los 4.400 de la convocatoria anterior, y el mismo incremento del 100 por 100 experimentan las cuantías individuales para las actuaciones de conservación y mejora de la calidad y la sostenibilidad, que pasan de 800 a 1.600 euros, así como las de mejora de la accesibilidad, que llegan a los 3.200 euros.

Asimismo, Fomento modifica el régimen de incompatibilidades, no pudiendo acceder a ellas los beneficiarios de convocatorias anteriores, y elimina el requisito de que las obras no debían haber comenzado antes de la presentación de la solicitud.

Así, financiará obras de conservación para subsanar deficiencias detectadas en el "Informe de Evaluación del Edificio (IEE)"; obras que reduzcan la demanda energética al menos en un 30 por ciento, las que permitan la utilización de energías renovables como la solar, biomasa o geotermia y aquellas que pretendan una mejora en la eficiencia energética de las instalaciones comunes, ascensores o iluminación, así como la instalación de mecanismos que favorezcan el ahorro de agua o la recogida y separación de los residuos domésticos.