Han pasado diez años de la madrugada que paró el corazón a Palencia, una noche larga en la que reinaron la incertidumbre y el desaliento, cuando una explosión de gas, que se pudo escuchar en toda la ciudad, enquistó los planes de futuro de los vecinos de la calle de Gaspar Arroyo.

Polvo, humo y escombros aún prevalecen en la memoria colectiva de todos los palentinos, un recuedo aún más presente, en aquellos vecinos. Aunque el tiempo hace que "todo se vaya borrando poco a poco", explica a Ical el presidente de la Asociación de Víctimas y Afectados del suceso, José Luis Ainsúa.

Pese a ello, no podrá olvidar todo lo ocurrido en los minutos posteriores a la explosión. "Mi madre vívía en el número 5 y fuimos a buscarla a ella y a mi sobrina, que estaban vivas, pero al bajar, nos encontramos con que el suelo del portal estaba hundido y tuvimos que refugiarnos en el primer piso con otras doce personas, hasta que llegaron los bomberos". Ainsúa rememora como tras ser rescatados, fueron hasta la calle Gaspar Arroyo. "Me acuerdo perfectamente de que había varios coches ardiendo y el edificio estaba derrumbado".

Por suerte, tanto su madre como su sobrina, que se encontraban en un segundo piso del número 5, no sufrieron ninguna lesión, aunque no corrieron la misma suerte los 35 heridos y los nueve fallecidos en la tragedia palentina. "Más tarde nos enteramos de que habían muerto siete vecinos, los otros dos, por desgracia, fueron hallados en la escombrera que se habilitó en el antiguo campo de fútbol de la Balastera".

Noticia que heló el corazón de los vecinos de esta calle palentina, situada a escasos metros de la catedral, porque conocían "a prácticamente a todos, aunque algunos eran nuevos vecinos". Además, Ainsúa recuerda con especial cariño a dos hermanas que murieron en la tragedia con las que tenían "una grandísima relación".

En el lado positivo está el recuerdo que las víctimas de la explosión tienen de la solidaridad que los palentinos mostraron en las horas y los días posteriores a la tragedia, algo que, insiste el presidente del colectivo, prevalece diez años después y será homenajeado el lunes en un acto junto al monumento en memoria del susceso que se instaló en la ciudad.

"Nunca el recuerdo va a ser como el primer día o los primero años", comenta el presidente de la Asociación, aunque explica que el siempre mantendrá vivas las imágenes en la retina. "Siempre que tenemos una reunión y vamos fuera de Palencia llevamos documentación audiovisual y por eso tengo todo tan presente".

Además, insiste en que "por desgracia" hay muchos afectados de la explosión que ya han fallecido "sin ver como se hace justicia" y, por tanto, dentro de los objetivos de la asociación, que se constituyó tres días después de la tragedia, está la obtención de una resolución judicial, tras las vistas que se celebrarán en octubre ya que, considera que, "no va a haber mejor recuerdo para las víctimas que resolver el tema definitivamente".

También se pretende instar a las Instituciones a que desarrollen medidas para evitar que tengan lugar otros hechos similares y, para ello, recalca, "nunca hay que olvidar las tragedias colectivas, porque sino estamos condenados a que se repitan" y, por ello, "hay que poner remedio".