Despejar incógnitas: quiere seguir de presidente de la Junta hasta 2019; defender a destacados miembros del Gobierno regional posicionados con Silván, "son libres de pronunciarse como afiliados"; y tratar de minimizar la fractura que el sistema de votación de doble vuelta haya podido causar: "Mañueco llega a la presidencia del PP en Castilla y León con un aval inapelable, el de los militantes". Con estas claves el aún hoy líder de los populares en la región comparecía ayer para despedirse del cargo en la capital pucelana.

Herrera sabe lo que es una bicefalia autonómica, porque durante unos meses le ocurrió con el expresidente de la Junta y del partido Juan José Lucas cuando este último fue nombrado ministro. En aquel momento solo fueron unos meses, "todo fue bien". Ahora sin embargo, este desdoblamiento ("yo llevaré el traje de presidente de la Junta y Mañueco el de presidente del PP", bromeaba), durará dos años. Al menos esa es su voluntad "si el partido no dice lo contrario". Y es que, como recordó, "no llegué al cargo de interino ni para ser Juan Vicente I "el Breve", como algunos presagiaban".

Consciente de su peso político en Castilla y León, donde durante 16 años ha ganado por mayoría absoluta en todas las elecciones salvo en las últimas, en las que ha tenido que echar mano de un acuerdo de gobernabilidad con Ciudadanos, Herrera quiso ayer dar su lugar a Alfonso Fernández Mañueco para zanjar "dimes y diretes". El próximo presidente de los populares en la región "es un hombre más de partido de lo que he sido yo nunca", subrayó, "siente auténtica pasión".

La autoexclusión de Antonio Silván, el otro aspirante a la presidencia del PP, a ocupar la secretaría del partido es un gesto que da manos libres a Mañueco para confeccionar su propio equipo. "No le pregunto por nombres propios porque estuve en la reunión con ellos y sé que ambos tenían voluntad de integración y que de este sistema de votación saliera un PP reforzado, en clave de unidad e integración, y en el que no se hable de ganadores o vencidos".

Pero si en algo se afanó Herrera en sus últimas horas como presidente fue en defender a los miembros del Gobierno regional que se posicionaron en favor de Antonio Silván de forma pública, como el vicepresidente De Santiago-Juárez. "Son militantes del PP y tienen todo el derecho del mundo a dar su opinión, faltaría más... Igual que han hecho algunos presidentes provinciales del partido. Yo me he reservado esa neutralidad, pero no pasa nada. Y a partir del resultado ninguna objeción por parte de nadie, como así ha sido". ¿En 2019 el candidato a la Junta será Mañueco? "Habrá que preguntárselo a él, pero tiene toda la lógica del mundo", apostilló en su comparecencia.

Respecto a Génova, Juan Vicente Herrera dio un toque de atención a Maíllo al explicar que con el recién nombrado coordinador general del PP y presidente de los populares en Zamora, "tiene una relación correcta, pero tengo que decir que la relación estrecha es la que mantengo con Rajoy, con el que acabo de hablar ayer mismo". (Quizá porque era el cumpleaños del presidente del Gobierno). "Es el líder nacional y es también lo lógico. De alguna manera es mi cómplice", apostilló.

Su futuro político a dos años vista lo tiene claro, ejercer de presidente de la Junta. Y también tiene claro que a partir de ese momento deja la política activa, aunque sin poner reparos a otro tipo de cargos con los que pueda aportar experiencia al partido y servicio a los ciudadanos.