Cuatro de cada diez desempleados en Castilla y León tienen hoy más de 45 años cuando en 2008 eran uno de cada cuatro. El colectivo senior es, sin duda, el más castigado por la crisis económica y el que más dificultades tiene para reengancharse al mercado laboral puesto que solo se benefician del 2,4 por ciento de las ofertas de empleo. La edad corre en su contra pero también el tiempo que acumulan sin trabajar. No en vano, muchos de estos desempleados son parados de larga duración y llevan más de dos años sin una actividad remunerada. Y lo que es peor, con escasas esperanzas de trabajar. Si bien, la realidad confirma que hay motivos para creer porque existen empresarios que confían en las personas que atesoran experiencia.

Los casos de Beatriz Rodríguez y Pablo Gómez demuestran que es posible encontrar un empleo pasados los 45 años e incluso, los 50. La vallisoletana Beatriz Rodríguez fue contratada a sus 55 años como administrativa en octubre de 2015 por In Pulso Musical Sociedad Cooperativa que es la empresa encargada de la gestión de la Escuela Municipal de Música de Valladolid. Primero, con un contrato a media jornada que, pronto, se convirtió en completa. En el caso de Pablo, entró hace 15 meses en la cadena de supermercados Gadis en Valladolid como pescadero y ya es indefinido.

La oportunidad laboral a Beatriz llegó después de más de dos años en paro y, por tanto, haber agotado la prestación por desempleo. "Cuando me despidieron se me vino el mundo encima porque el futuro no era nada halagüeño con la crisis y estaba acostumbrada a trabajar desde los 18 años", explica a la Agencia Ical. Por su parte, Pablo llevaba 25 años como autónomo al frente de una pescadería en la capital cuando en 2014 decidió poner fin a esa actividad para evitar "hacer más grande el agujero". Tuvo poco tiempo para pensar en la situación que debía afrontar con su edad porque a los pocos días encontró un empleo en la pescadería de El Corte Inglés, donde estuvo año y medio y luego firmó el contrato con Gadis. "Confiaba en mis posibilidades porque tengo mucha experiencia profesional y eso siempre se valora", apunta.

Porcentaje de mayores sobre el total de parados en Castilla y León

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Beatriz aprovechó su situación de parada para matricularse en la Escuela de Música y aprender a tocar el saxofón. Es decir, su amor por la música le permitió encontrar un trabajo en el lugar donde acudía como alumna. "Era una persona muy implicada, tanto musicalmente como en otras actividades que organizaba la Escuela de Música", explica el responsable de In Pulso Musical, Javier Alonso. De ahí que cuando quedó vacante el puesto de administrativo, se pensó en Beatriz que contaba con una formación en Empresariales por lo que estaba capacitada para desarrollar el trabajo.

Se encarga de la matriculación, el cobro de recibos y de informar de los cursos de la escuela pero también de acompañar a las clases a los alumnos ´despistados´. "Aquí somos multifuncionales y hacemos de todo, salvo la docencia que corresponde a los 30 profesores músicos", precisa Alonso.

Mejores profesionales

En el mismo sentido se pronuncia el delegado de Gadis en Castilla y León, José Daniel Posadas, quien asegura a Ical que la edad no es un elemento a tener en cuenta a la hora de contratar a una persona. "Por el tipo de establecimientos repartidos en los barrios, buscamos a los mejores profesionales y que tengan una buena atención al cliente", explica. Esos dos criterios se cumplían en Pablo, sin mirar el DNI porque, añade, "la edad no es un elemento a tener en cuenta". Además, el ex autónomo recuerda: "Me he criado profesionalmente aquí, en el barrio de Las Delicias", con 20 años al frente de una pescadería en el mercado viejo, por lo que conoce al 80 por ciento de la clientela del nuevo supermercado de la calle Canterac.

Los datos demuestran que estos casos son la excepción. La última Encuesta de Población Activa (INE), correspondiente al cuarto trimestre de 2016, recoge que la Comunidad cuenta con 169.700 parados, de los que 68.500 tienen más de 45 años.

34.000 parados más desde 2008

La recesión ha agravado la situación por la que atraviesan los parados senior. Si al inicio de la recesión, la EPA contabilizaba 34.600 desempleados por encima de los 45 años a finales de 2008, ahora son 68.500. Son 33.900 más en ocho años, aunque ha habido ejercicios en que esa cifra alcanzó los 81.400 en el cuarto trimestre de 2014 o los 82.400 en 2013, el récord de la serie.

La lectura de esta tendencia es que cuanto más tiempo pasan en el paro los desempleados con una cierta edad más complicado les resulta volver a encontrar un trabajo. El porcentaje de parados mayores de 45 años con respecto al total de desempleados en la Comunidad no ha parado de crecer. No en vano, en 2008 suponían el 25,4 por ciento, que pasó a significar el 27,7 en 2009; el 30,1 por ciento en 2011 y el 32,1 en 2013. Lejos de experimentar un cambio en los últimos, ese peso se ha agravado, hasta suponer el 34,8 por ciento a finales de 2014; el 37,4 por ciento de 2015 y el 40,5 por ciento de la última EPA. En definitiva, 15 puntos más en ocho años de crisis.

A la vista de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), el grupo de edad más castigado es el de los desempleados entre 45 y 54 años, que acumula 45.800 desempleados frente a los 22.700 de los parados que cuentan con más de 55 años. Eso sí, mientras que el incremento en la primera franja se fijó en el 76,8 por ciento desde 2008 en el segundo tramo se disparó un 160,9 por ciento.

La población activa mayor de 45 años ha sido, con diferencia, la más castigada durante la crisis y las estadísticas apuntan que su situación no tiene visos de mejorar. Frente a los cerca de 34.000 parados más por encima de esa edad acumulados desde 2008, están los 2.600 desempleados menos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años o los 1.600 más parados entre 25 y 34 años.

Los parados mayores de 45 años parecen invisibles ante el mercado laboral. Y cuando aparecen, salen mal parados. El VII Informe Infoempleo Adecco sobre Empleabilidad y Trayectoria Profesional recoge que la edad media requerida para cubrir una oferta de empleo en Castilla y León se fijó en 32,3 años en 2015. Los mayores de 46 son, de nuevo, los peor parados ya que solo se benefician del 2,4 por ciento de las ofertas, inferior al 4 por ciento de la media nacional. El estudio señala que el colectivo más demandado es el que va de los 26 a los 35 años, que acaparan el 64 por ciento del total de las candidaturas.