La Consejería de Fomento y Medio Ambiente se marca como reto convertir a Castilla y León en un territorio "libre de escombreras" en el plazo de tres años para lo que prevé actuar en las 2.000 existentes en la comunidad, con un desembolso superior a los diez millones de euros por parte de la Junta. Este plan, que se está ultimando, se presentará en fechas "muy próximas", coincidiendo con el balance del sellado de vertederos que afronta su última fase, según avanzó ayer su titular Juan Carlos Suárez-Quiñones. En ese sentido, el nuevo programa que está ultimando la Junta arrancó ayer con la firma de un convenio de colaboración entre el consejero y el presidente de la Diputación de Valladolid.