La receta electrónica de Castilla y León será interoperable con los sistemas de otros servicios autonómicos de salud a partir del primer trimestre del próximo año. En concreto, la autonomía comenzará a ser emisor de información, lo que permitirá a los pacientes retirar su medicación en las oficinas de farmacia de otros territorios, para a continuación, "en la medida de lo posible", también ser receptor, con lo que los ciudadanos de otras comunidades podrán adquirir sus fármacos en la autonomía.

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, explicó que este proyecto está en fase de pruebas en Castilla y León, ya que de momento solo está listo en tres comunidades. Remarcó que en el primer trimestre se completará la emisión de recetas interoperables, para posteriormente comenzar a ser receptores de las prescripciones de facultativos de otras autonomías. Este avance es posible una vez que está ya terminada la extensión de la receta electrónica. Sáez Aguado repasó el estado de este proyecto en una primera reunión con la nueva presidenta del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), Raquel Martínez.