La Policía Nacional detuvo la pasada madrugada en Valladolid a un persona de nacionalidad marroquí por intentar integrarse en las filas de la organización terrorista Daesh y que, en opinión del director general del CNP, Ignacio Cosidó, estaba absolutamente "radicalizada" y era "muy peligrosa".

El "terrorista frustrado", según le definió Cosidó, se autoradicalizó a través de Internet accediendo a los contenidos propagandísticos e ideológicos que la organización terrorista difunde a través de su potente aparato de publicidad. Después, y con la ayuda de un segundo detenido en Murcia dentro de la misma operación, decidió realizar los preparativos para, en secreto, trasladarse hasta la frontera de Siria, donde debía contactar con un miembro de Daesh que lo trasladaría a la zona de conflicto.

El final de su viaje se produjo en la frontera turco-siria, donde la Policía turca lo detuvo, frustrando su plan de ser uno más de los combatientes de este grupo terrorista. A pesar de las vicisitudes de su frustrado viaje, desde el CINP se resalta que el detenido persistía en su idea de volver en el plazo más corto posible, con la firme y única intención de integrarse como combatiente en las filas de la organización terrorista.

En este sentido, Cosidó, que visitó la Academia de Policía de Ávila para inaugurar un ciclo de conferencias, resaltó que el hecho de no haber podido llegar a Siria "les genera un grado de frustración que les hace particularmente peligrosos".

A pesar de esta peligrosidad, sus vecinos del número 35 de la calle Arca Real (Valladolid) no sospechaban nada y coincidieron en destacar que se trataba de una persona discreta, aunque reconocieron que apenas sabían quién era y a qué se dedicaba.

De todas formas, tanto los vecinos como los propios comerciantes de la zona felicitaron a la Policía por la operación. "Afortunadamente, la Policía no es tonta. Todos podemos estar más tranquilos", sentenció un comerciante de la zona.

Por su parte, el imán de la mezquita de Valladolid, Zaki Zayed, reconoció que el detenido reside en un pueblo de Palencia y condenó el terrorismo y afirmó que en su mezquita siempre advierte a los fieles del "peligro" que implica acercarse a los pensamientos radicales. Con la detención de este varón en Valladolid, la Policía ha arrestado a 17 personas en seis operaciones contra el terrorismo yihadista en Castilla y León en los últimos nueve años. En junio de 2014, en Santa Cruz de Pinares (Ávila), tuvo lugar la operación de mayor envergadura, que permitió apresar a nueve personas por pertenecer a una red internacional de captación y envío de yihadistas para su integración en Daesh.

Sin embargo, la primera intervención tuvo lugar en Burgos, en octubre de 2007, cuando se detuvo a seis personas por apoyar la "guerra santa" en diversos escenarios, aunque el principal era Irak. Según las investigaciones policiales, el líder recaudó el "zacat" (limosna) de los argelinos que visitaban la carnicería de otro integrante, Wissan Lofti, y destinó ese dinero a ayudar a terroristas.

Al mismo tiempo, en febrero de 2015 la Policía Nacional descubrió en León dos locutorios integrados en una red "hawala", un sistema de transferencia informal de fondos entre los musulmanes residentes en España que envían donativos al Estado Islámico. Según calculó el CNP, este sistema movió, en toda España, los ahorros de unos 150.000 musulmanes sin dejar rastro, pues los pagos están basados en la confianza. Además, en mayo de ese mismo año la Policía detuvo a una persona de origen marroquí en el municipio abulense de Cebreros dentro de una operación contra el terrorismo yihadista. Según las investigaciones, en una vivienda de este municipio se entrenaba, presuntamente, una red de captación y el envío de yihadistas para formar parte del Estado Islámico.

Por último, en noviembre de 2015 se detuvo a un hombre de 42 años, nacionalidad marroquí y recluso en la cárcel de Segovia por tratar de captar y adoctrinar a otros internos para el Estado Islámico.