Los pediatras, los enfermeros y los trabajadores sociales y responsables de las secciones de protección a la infancia de Castilla y León disponen ya de un protocolo de actuación en el medio sanitario que recoge "de manera ordenada y sistemática" las actuaciones que deben llevar a cabo ante la sospecha de un caso de malos tratos a un menor, un problema de "magnitud desconocida" que engloba maltrato físico o psicológico e, incluso, desatención, desnutrición o negligencias. Elaborado por la Consejería de Sanidad y por la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Castilla y León (Apapcyl), este protocolo de actuación responde a la necesidad de los profesionales de la sanidad de mejorar la atención de una realidad "no muy bien estudiada en España" y con "tasas invisibles" de víctimas si bien el consejero, Antonio Sáez Aguado, ha apuntado a que un 5% de los menores sufrirá a lo largo de su infancia "algún tipo de maltrato". Además de sensibilizar al personal sanitario, el nuevo Protocolo busca promover la correcta cumplimentación del parte de lesiones y la hoja de notificación realizada por los centros sanitarios para que sirva de "herramienta clave" en el procedimiento judicial.