El gasto de los hogares de Castilla y León donde el principal sustentador es una persona jubilada aumentó un 17,4 por ciento entre 2008 y 2015 frente al descenso del 33,5 por ciento experimentado en el presupuesto de los menores de 44 años. Un dato que viene a corroborar la idea de numerosos informes que hablan de que los abuelos se han convertido durante la crisis en un sustento económico fundamental para las familias.

La Encuesta de Presupuestos Familiares, elaborada por la Junta de Castilla y León con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recoge que el gasto medio de los hogares de la comunidad el año pasado fue de 25.992 euros, un cuatro por ciento más que en 2014, lo que supuso el primer aumento del consumo familiar desde el inicio de la recesión y una muestra de la recuperación económica. Eso sí, el desembolso medio de los hogares acumula desde 2008 un descenso del 11,5 ciento. Es decir que las familias castellanas y leonesas han gastado cerca de 3.400 euros menos durante el periodo de crisis.

El gasto medio por hogar en la región cayó desde 2008 donde el sustentador principal tenía entre 16 y 44 años (-23,3 por ciento) y entre 45 y 64 años (-12,7 por ciento). Por el contrario, el desembolso aumentó un 5,8 por ciento en las familias con una persona jubilada al frente hasta los 21.510 euros.

Además, el gasto total de los hogares donde el sustentador principal era mayor de 65 años entre 2008 y 2015 se incrementó un 17,4 por ciento hasta los 7.740 millones de euros.

En cuanto a la distribución porcentual del gasto total, el tramo de edad con menores de 44 años pasó de suponer el 35,8 por ciento en 2008 al 25,2 por ciento en 2015. Es decir, diez puntos menos. En cambio, hubo un aumento de cinco puntos (45,8 por ciento) entre los sustentadores principales del hogar en la comunidad entre 45 y 64 años, similar al experimentado entre los jubilados. Otro dato que no solo ratifica el papel principal que han adoptado los abuelos sino que también demuestra que la crisis se cebó, especialmente, entre los jóvenes que perdieron sus empleos.

Se trata de una cifra de caída que puede estar relacionado con la estructura demográfica que ha variado en estos años. El censo poblacional del INE recoge que la población mayor de 65 años en Castilla y León aumentó en ese periodo un 4,9 por ciento. Es un porcentaje muy inferior a la subida del gasto total de ese colectivo (como sustentador principal) que se situó en el 17,4 por ciento. Lo mismo ocurre con el tramo de población entre 16 y 44 años, donde bajó un 17 por ciento frente a la caída de gasto del 33,5 por ciento, lo que significó más del doble.

La Encuesta de Presupuestos Familiares también arroja otro dato complementario como que el gasto total de los hogares de la comunidad donde la principal fuente de ingresos es la persona que recibe una pensión o subsidio aumentó entre 2008 y 2015 un 19,5 por ciento hasta los 10.209 millones de euros. Es el único perfil que incrementó su desembolso en ese periodo puesto que cayó un 9,1 por ciento entre los que el sustentador de esa familia es un trabajador por cuenta ajena hasta los 12.498 millones y se desplomó un 35,5 por ciento entre los autónomos hasta los 3.836 millones de euros.