La falta de empleo entre las personas mayores de 45 años, con más de dos años sin un trabajo remunerado, ahonda la "cronicidad" de los beneficiarios de las ayudas de Cruz Roja en Castilla y León. Una realidad que constata la memoria de actividad de la organización humanitaria de 2015 en la comunidad ya que se mantiene la cifra de personas atendidas por extrema vulnerabilidad a consecuencia de la crisis económica, con 61.842 usuarios que recibieron un total de 137.100 intervenciones. De ahí la apuesta de la entidad por reforzar el Plan de Empleo y de formación que el año pasado llegó a 9.555 personas y que permitió la firma de 3.000 contratos, con un porcentaje de inserción laboral del 38 por ciento.

El presidente de Cruz Roja Castilla y León, José Varela, reconoció ayer en Valladolid que 2015 fue un año "intenso y difícil" para las personas más vulnerables, aunque destacó el esfuerzo de la organización para cumplir con su compromiso solidario para estar cerca de los ciudadanos con mayores dificultades.

En el mismo sentido, se pronunció la coordinadora autonómica, Eva Fernández, quien aseguró, que el "gran reto" es trabajar en la línea del empleo para lograr la autonomía personal con una atención "integral, cercana y de calidad". "Hay que reinventar a las personas que llevan demasiado tiempo con nosotros gracias a la formación y el acompañamiento", aseveró.

Junto a las acciones de intervención social, Cruz Roja Castilla y León continuó con su actividad habitual al ser una organización generalista. Los mayores son una parte "troncal" del trabajo de la entidad, con la atención de 42.133 personas a los que se prestaron 468.835 intervenciones a lo largo del año pasado, sin olvidar los 7.327 beneficiarios de infancia, las 1.904 mujeres en dificultad y las 3.267 personas con discapacidad.