El acusado de abusar sexualmente de 16 menores cuando participaban en un campamento de verano en Carucedo (León) durante los años 2011 y 2012, reconoció hoy los hechos por los que se le juzgan en la Audiencia Provincial de León y dijo no entender el motivo que le había llevado a actuar de esa manera. "No sé por qué las grababa, pero nunca llegué a visionarlas", dijo el acusado, que en un momento de su declaración llegó a reconocer que pudo haber filmado más de 21.000 horas de imágenes por satisfacción sexual.

El acusado, según explicó a preguntas del Ministerio Fiscal, también había grabado imágenes en una piscina de Madrid en la que había trabajado como monitor, donde colocó cámaras "porque se habían producido robos" y con la intención de ver quién los cometía. La cámara, estática en uno de los vestuarios, grabó imágenes de menores cambiándose en esa habitación porque, según el acusado, era en ese momento cuando se producían los robos. "Era una cámara pequeña y descargaba las imágenes para poder volver a grabar", dijo el acusado, quien aseguró que tan solo las visionaba en el momento de descargarlas.

Además, durante los años 2011 y 2012 también grabó imágenes de contenido sexual con menores que participaban, durante la segunda quincena de julio, en un campamento de verano en Carucedo (León) y también en Cáceres, que organizaba una asociación cultural a la que el acusado pertenecía desde hacía casi 20 años. Durante su declaración, explicó que cuidaba de esos menores y entró a grabarlos "unas cuantas noches" mientras dormían con una cámara que disponía de visión nocturna, algo que atribuyó a "un impulso en ese momento". En las grabaciones se aprecia cómo bajaba el pantalón del pijama a los menores, a los que hacía tocamientos, felaciones y frotaba su pene en las nalgas de los niños.