Triana Martínez utilizó ayer su turno de palabra para cerrar el juicio por la muerte de Isabel Carrasco para hacer alusión al supuesto incidente sexual que asegura haber vivido en casa de la víctima y señaló que solo fue capaz de contárselo a su madre y al psiquiatra que la visitó en prisión, ahora fallecido. Además, se refirió a las dos peritos forenses que la analizaron -también a su madre- y de las que dijo que fueron "especialmente bordes y además insistían muchísimo en las preguntas del sumario y de las armas". Por otra parte, dijo sentir "mucha pena" por las personas que considera que le han fallado y lamentó "haber tenido que escuchar a muchos testigos que han venido a decir mentiras, que no se acordaban de sucesos que pasaron, que casi no me conocían y otros que han desparecido o no han querido venir... están ausentes". Su madre, Montserrat González, renunció a hacer uso del turno de intervención.

"Soy inocente". Fueron las últimas palabras pronunciadas en el juicio por la muerte de Isabel Carrasco por la policía local Raquel Gago en la última intervención de una larga sesión que cierra la vista abierta el pasado 18 de enero. "Me levanté un día por la mañana, fui a trabajar y al día siguiente cambió mi vida. Entré en comisaría como testigo y salí como imputada. Después de eso, la jueza de Instrucción pidió que me fuera a prisión... no puedo explicarles lo que es eso", relató.