La Fiscalía ofreció ayer una rebaja de pena de un año para las tres acusadas del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, Montserrat González, su hija Triana Martínez y la policía local Raquel Gago, aunque ha abierto la alternativa de cómplice para las dos últimas e incluso de encubridora para la agente.

El fiscal, Emilio Fernández, ha avanzado en la ultima jornada del juicio, durante la lectura de las conclusiones definitivas, que rebaja un año la pena para Montserrat González, autora confesa del asesinato, así como para su hija, Triana Martínez, y para Raquel Gago, por lo que pasaría de 20 a 19 años. A estos 19 años habría que sumar otros tres por un delito de tenencia ilícita de armas para cada una de las acusadas en el primera alternativa que ha ofrecido al jurado. No obstante, el fiscal ha ofrecido al jurado otras dos alternativas para que Raquel Gago "sea condenada" porque está "convencido de su implicación en el crimen".

La segunda opción pasa por condenar a Raquel Gago y a Triana Martínez a doce años de prisión como cómplices de asesinato. Finalmente, ofrece como alternativa que Raquel Gago sea condenada a tres años de prisión como encubridora de asesinato. En ambos casos, habría que sumar otros tres años por el delito del tenencia ilícita de armas para cada una de las tres acusadas.

Fernández ha insistido en varias ocasiones en que con estas opciones lo que pretende es "darles otras posibilidades a los miembros del jurado" para que las tres acusadas por asesinato de Isabel Carrasco sean condenadas. No obstante, el fiscal ha señalado que para la rebaja de la pena por un asesinato ha tenido en cuenta como atenuante de reparación del daño, la consignación que Montserrat González y Triana Martínez han hecho de 77.622 euros como indemnización a la hija y a la pareja de la víctima.

Según el fiscal, las tres cometieron los delitos de asesinato, atentado contra la autoridad y tenencia ilícita de armas. Montserrat ejecutó la muerte de Isabel Carrasco, Triana hizo seguimientos, le ayudó a buscar las armas e incluso hizo prácticas de tiro y Raquel participó en los hechos y ocultó el arma. Es el resumen que hizo Fernández en la exposición de las conclusiones finales, en las que consideró que las acusadas planificaron la muerte de Isabel Carrasco.

Está clara esa premeditación, dice, por la aparición en el domicilio de Triana de fotografías de la víctima, de su domicilio, por las búsquedas de armas por Internet y por los seguimientos hechos, con la vigilancia de su portal. Montserrat, sostiene, salió de casa ese día preparada para matar y ataviada para no ser reconocida (con gorro, fular y guantes en una jornada templada de mayo).

El pasadizo elegido para que la madre se cambiase de ropa y entregase el arma a su hija, dijo, era un espacio recogido y muy adecuado. Sobre el estado mental de la madre, no cree que padezca el trastorno delirante que la habría llevado a cometer el crimen, según su defensa.

Respecto a Raquel Gago, quien sostiene que no se dio cuenta de que Triana introdujo el bolso con el arma del crimen en su coche cuando ella conversaba con un controlador de la ORA. "Esto no se puede creer razonablemente, ni que después no mirase o no sospechara", señaló el fiscal.

Además, considera "muy curiosa" la presencia de la agente de Policía Local durante una hora en el lugar al que Triana llegó poco después del asesinato. Respecto a las alternativas de condenas que plantea, señaló que no supone que tenga dudas de la implicación de las tres, sino que se trata de propuesta encaminadas a evitar que pudieran quedar absueltas Triana y Raquel si la mayoría (siete de los nueve miembros del jurado) no coincide en la culpabilidad.