El domingo del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo se ha cerrado con tres heridos con pronóstico "muy grave" que son un padre y su hijo, corneados tras escaparse dos astados y un mozo que fue empitonado en el muslo y que tiene "riesgo alto" de que le amputen la pierna afectada.

El cirujano de la enfermería de Ciudad Rodrigo, el zamorano Enrique Crespo, ha explicado que quien más le preocupa de los tres heridos es el joven de 24 años, Santiago S.Z., natural de Doñinos (Salamanca), que tuvo la pierna sin riego durante 50 minutos. "Es una de las cornadas más grave que he atendido", ha dicho el cirujano, que ha explicado que el problema vino porque "no era una rotura de la femoral, sino que la rotura estaba por dentro de la propia femoral, que le obstruía el riego".

El joven fue empitonado en la capea a las 13.00 horas por uno de los toros de la ganadería de Aguadulce (Sevilla) y sufrió una cornada de 25 centímetros que le entró por el muslo derecho y le llegó hasta la ingle.

Tras ser intervenido, fue derivado, sobre las 17.00 horas, hasta el Hospital Clínico de Salamanca.

Con pronóstico "muy grave" también se encuentran el padre de 78 años, de iniciales J.B, y el hijo de 51, de iniciales J.M.B., que fueron corneados hoy durante el encierro a caballo, según el doctor Crespo.

El padre ha sufrido dos cornadas, una en el muslo derecho y otra en el gemelo izquierdo.

La cornada del muslo derecho tiene, a su vez, tres trayectorias de 20, 15 y 20 centímetros.

En el gemelo tiene una cornada de 20 centímetros con dos trayectorias. "Sin embargo, el que tenía la cornada más grave era el hijo", ha detallado el cirujano. El toro le empitonó por el muslo derecho y le originó una "cornada muy extensa", ya que ha sido de 20 centímetros con tres trayectorias de 30, 20 y 15 centímetros. En el trayecto de la cornada han resultado afectados el fémur, la tibia y la articulación de la rodilla y en otra de las trayectorias el cuerno llegó hasta el recto.

"He sacado del hijo el trozo de asta más grande que me he encontrado jamás en una intervención", ha dicho Crespo, ya que localizaron en el interior del muslo del hijo una astilla del cuerno de 10 centímetros.

Padre e hijo fueron corneados a la vez, por toros diferentes cuando estaban encaramados en una malla de protección del encierro a caballo, en un lugar donde estaba prohibido el paso para los corredores.

Dos de los toros, al lanzar varios derrotes sobre esta malla, lograron tirarla, se escaparon y se colaron en la zona donde estaban cientos de aficionados, con lo que se vivieron momentos de mucho pánico, hasta que los mozos lograron reconducir a los bravos.