La Junta de Castilla y León aprobó ayer dos decretos sobre la autorización y la acreditación de centros sociales para personas mayores en la comunidad con los que se busca la implantación de un nuevo modelo de atención más cercano al "hogar" y una asistencia personalizada a las demandas de sus usuarios. "Hay que pasar de las tradicionales residencias de ancianos al hogar", resumió la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en la que detalló las novedades de ambas normativas, que calificó de "pioneras" en España y apuntó a países como Alemania o Suecia para mirarse en la atención que se quiere dar.

La consejera remarcó que se trata de un nuevo modelo de atención en el que el usuario, no sólo tenga un profesional de referencia, sino que pueda personalizar su habitación, como la de su hogar, o elegir un horario para levantarse, desayunar o comer, así como para la realización de actividades.

Por otro lado, la Junta insistió ayer en que la "palabra definitiva" para la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña, la tiene el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), al entender que la decisión se debe basar en criterios científicos y no políticos, a asumir después por el nuevo Gobierno. Por último, la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón, apeló al "entendimiento" entre los sindicatos y la dirección para no perder la oportunidad del tercer Plan Industrial de Renault para las plantas de Valladolid y Palencia, cuya propuesta por parte del grupo del rombo calificó de "buena noticia" para la comunidad.