Los usuarios de los servicios sociales de la comunidad contarán con una historia única en un plazo de seis meses desde que el decreto, aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, se publique en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). La información sobre cada caso estará unificada para toda la comunidad. Los profesionales solo disponen en la actualidad de los datos de la intervención específica que realizan. Esta medida beneficiará a 300.000 personas de 200.000 familias.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García Rodríguez, presentó ayer la historia social única y aseguró que Castilla y León es la "primera" comunidad autónoma en desarrollar esta medida. García constató que actualmente 3.000 profesionales trabajan volcando información en la base de datos a través de la aplicación informática SAUSS. García descartó la implantación de un sistema de intercambio de las historias sociales únicas con otras autonomías, puesto que las demás aún no lo han desarrollado.

La consejera explicó que la historia social recogerá la situación personal, social y familiar de los usuarios; sus demandas; y las valoraciones, intervenciones, seguimiento y evaluación por parte del sistema de Servicios Sociales, y ensalzó que gracias a esta iniciativa se dará a los usuarios "una respuesta más rápida y eficaz". "La persona será mejor atendida en los servicios sociales porque los profesionales podrán consultar el historial de atenciones recibidas anteriormente en cualquier servicio de Castilla y León, con lo que la atención será más rápida y más integral, abordando mejor todas las necesidades", enfatizó.

Menos población

Por otro lado, la vicepresidenta y portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, advirtió de que las medidas de la Agenda de la Población para el impulso demográfico de la comunidad requieren tiempo y opinó que tendrán efecto a "la larga". "Se intuían", valoró cuando se la preguntó por los datos del año 2014, conocidos a través de un real decreto publicado en el BOE. Según el registro conocido ayer, Castilla y León perdió 22.738 habitantes durante el año 2014, una cifra que supone el 15 por ciento del total de la población en que disminuyó en España, que fue de 146.959 personas. A 1 de enero de 2015, en la comunidad residían 2.472.052 personas, frente a los 2.494.790 de un año antes, es decir, experimentó una disminución del 0,91 por ciento. En una escueta respuesta, Valdeón, como responsable de esas competencias desde el Gobierno formado en julio, manifestó que los datos corresponden al año 2014, que "se intuían" y que por eso se trabaja en la actualización de la Agenda de la Población.