El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio Sáez, ha reconocido la postura "no fácil" de la comunidad para cumplir la legalidad, "bordeándola", y mantener la atención a los 15.000 inmigrantes que se quedaron sin tarjeta sanitaria, de los que 1.614 han utilizado la sanidad en los últimos tres años. En comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes, a petición del grupo parlamentario socialista, el consejero ha insistido en que el primer criterio en la región ha sido el de "garantizar la asistencia sanitaria".