El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ofreció hoy su “permanente disposición al trabajo y al diálogo” a los grupos con representación en las Cortes por entender que se necesitan “unos a otros, para que no sean cuatro años perdidos” y también para que prosperen iniciativas de la oposición y del Gobierno.

En su discurso de toma de posesión para un quinto mandato, en el que quiso que fuera un "acto breve, sencillo, austero y sustancial como nos gustan las cosas en Castilla y León”, Herrera tuvo palabras para todos los representantes de la vida de la Comunidad, tanto en el plano político, como social, sin olvidar a los empleados públicos y a su familia y amigos, que le acompañaron en este día.

Herrera, que afirmó asumir este “nuevo tiempo con mucho coraje y compromiso y con mucha ilusión y entusiasmo”, miró a su “familia parlamentaria”, como llamó a los grupos que se sientan en la Cámara -PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, IU y UPL- para recordar el escenario de empate material en las Cortes, con 42 escaños su partido y los mismos la oposición, y apelar al diálogo y el acuerdo para los proyecto de futuro de la Comunidad.

“Discrepancias y coincidencias” que el “renovado” presidente de la Junta -calificativo con el que se definió- consideró que se pueden recorrer juntos para mejorar la calidad política, para que la recuperación “objetiva de los números” se traslade al conjunto de la sociedad, para garantizar los servicios públicos y para seguir construyendo Castilla y León, que son los ejes de su programa de investidura.

En primer lugar se dirigió a los políticos para “ser más austeros, más eficientes, más abiertos, más cercanos y más normales, gente normal para gente normal”. Después, remarcó que “aquí no puede haber ninguna alegría ni conformidad” mientras haya casi 200.000 parados y la gente de la calle no perciba la mejoría de los “números”. Herrera incidió en el compromiso con los servicios públicos y en su proyecto social, frase en la que miró a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal”.

Tras una defensa del modelo que emana de la Constitución como Estado social y de derecho, recalcó su “permanente disposición” al trabajo y al diálogo para que no sea una legislatura perdida. “Nos necesitamos unos a otros para que no sean cuatro años perdidos, sino cuatros años en los que prosperen las iniciativas de la oposición y del Gobierno”, aseguró.

Servir mejor

Herrera tuvo una mención para el mundo de la empresa, organizaciones agrarias, sindicatos, cooperativas y del tercer sector, cuyos representantes asistieron a su toma de posesión como presidente. También, para los alcaldes de las capitales de provincia y presidentes de las diputaciones, a quienes manifestó que tienen que trabajar en coordinación y recordó la propuesta de revisión del Estatuto para que tengan un mayor reconocimiento. “Los ciudadanos nos piden que nos entendamos para servirles mejor”.

Igualmente, agradeció la presencia de Jesús Posada, presidente del Congreso, quien un día fuera presidente de la Junta de Castilla y León y que para él lo sigue siendo, igual que Demetrio Madrid, al que también se dirigió como un “amigo y una referencia”, como primer presidente de esta Comunidad, ahora en una “activa militancia” en unas siglas que no son las suyas. “Hilaron un proyecto conjunto que nos une más que nos separa”, defendió.

“No te ibas a librar de mi saludo con el cariño que te tengo”, indicó para referirse a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que únicamente puso un “defecto”, el de no saber de manera directa de las responsabilidades autonómicas, en referencia en que no haya tenido cargos en ese ámbito.

Pasó después al elogio a su “familia política”, en presencia de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. “Es un orgullo ser un humilde militante del PP”, confesó, para manifestar que le ha permitido “navegar” en su compromiso con Castilla y León. “Por encima de mi compromiso con Castilla y León no existe nada, aunque esté comprometido con el PP”, aseveró.

Destacó el trabajo de los empleados públicos y el esfuerzo realizado durante la crisis, tanto en el plano laboral como retributivo, y rechazó que se descalifique lo público por quienes consideró que hablan desde “atalayas” y desconocen su situación. Por ello, pidió respeto para ellos e incluso perdón por los “sacrificios laborales y retributivos”.

La parte más emotiva de su intervención, sobre la que ironizó que no pudo cumplir el intención de brevedad y que se alargó, fue para su “corta familia”, que le acompañaron en el acto, su hermano Javier y sus tres hijas, así como su pareja sentimental, Marisol. “Muchas gracias, sois mi soporte vital básico”, afirmó. “Algún día, cuando me aplique la limitación de mandatos, me estáreis esperando; es la mayor de las seguridades”, destacó.

“Asumo el nuevo tiempo de ser uno más de los castellanos y leoneses con el honor y la responsabilidad de ser presidente de la Junta”, concluyó en un acto desarrollado en las Cortes porque representan al pueblo de Castilla y León.