La consejera de Agricultura en funciones, Silvia Clemente, confirmó ayer los malos datos de la cosecha de cereal y adelantó que rondará los 5,1 millones de toneladas, un 4 por ciento menos que el pasado año, según los datos recogidos por las comisiones de estadística y valoración de las nueve provincias a fecha de 31 de mayo.

Clemente resaltó que los principales motivos de esta baja producción han sido las escasas precipitaciones durante el mes de mayo, que se han situado un 75 por ciento por debajo de la media de los últimos 30 años, y las altas temperaturas registradas entre los días 13 y 16 del pasado mes. "Es una pena que la climatología no haya acompañado, dado que el 1 de mayo las estimaciones eran muy favorables", sentenció.

La consejera en funciones también explicó que la cosecha es muy desigual en función de las zonas y matizó que aún es pronto para saber cómo puede evolucionar en comarcas del noroeste de la comunidad, donde el cultivo es más tardío y las futuras precipitaciones todavía pueden influir.

Por su parte, Asaja estima que la cosecha de cereal en Castilla y León no superaría los 4,3 millones de toneladas, un tercio inferior a la media de la última década; con 2,1 millones de toneladas de trigo; 1,95 de cebada, y 0,25 de avena, centeno y otros cereales. La organización afirma que en menos de una semana la cosecha de cereal avanzará por los campos de Castilla y León, "una circunstancia excepcional, puesto que lo habitual es que hasta finales de junio o casi entrado julio no entren las cosechadoras en la meseta".

"Muchos agricultores no tienen ninguna esperanza de que mejoren sus trigos y cebadas, ya de por sí castigados por los rigores de un mes de mayo cálido y seco; por el contrario, temen que todavía puedan perder el escaso peso de sus espigas", destacaron desde la opa.

Esta situación supone que, en el mejor de los casos, porque todavía podrían empeorar los cultivos hasta que se complete la campaña, a lo largo de los meses de junio y julio, los rendimientos quedarán un 30 por ciento por debajo de la media". Así, estas previsiones situarían a la presente cosecha como una de las cinco peores de los últimos veinte años, las de los años 1995, 2001, 2006 y 2009, al que habría que sumar este 2015.

El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, destacó que "en este caso la decepción de los agricultores es doble, porque se da la circunstancia de que a fecha 1 de mayo el campo se presentaba en las mejores condiciones posibles".