La situación laboral del colectivo de inmigrantes en Castilla y León ha sufrido profundamente las consecuencias de los años de recesión y cerró el ejercicio pasado con 29.200 desempleados en la Comunidad, lo que representa una tasa de paro del 33,08 por ciento, frente al 19,23 por ciento para los nacionales (205.200 parados), es decir, 13,85 puntos de diferencia.

El año pasado en comparación a 2013, las cifras mejoraron tanto para el colectivo inmigrante como para el nacional, con un descenso del número de desempleados para el primero del 18,4 por ciento; y del 7,1 por ciento para el segundo. La tasa de paro foráneo mermó en 5,19 puntos; y la nacional, en 1,37. La tendencia se explica por la pérdida de 5.300 activos extranjeros y 5.100 nacionales; mientras que la ocupación creció en 1.300 puestos foráneos, y en 10.600 españoles.

Sin embargo, un análisis con origen en el año de arranque de la crisis refleja que la tasa de paro inmigrante creció desde 2007 hasta el año pasado en 16,67 puntos porcentuales, mientras que la nacional lo hizo en 13,1, con una situación de partida muy diferente, con un ratio del 16,41 por ciento para los extranjeros, frente al 6,18 por ciento para los españoles, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), seleccionados por Ical.

El número de desempleados creció mucho más en esos siete años en términos relativos para los españoles, desde 66.400 a 205.200, es decir, un 209 por ciento de subida; mientras que los extranjeros pasaron de 15.100 a 29.200, un 93,3 por ciento más. La evolución negativa del número de parados se vio amortiguada por la caída del número de activos, que se redujeron en 4.100 efectivos entre 2007 y 2014, en el colectivo inmigrantes, y en 15.500 en el español. En cuanto a los ocupados, se contabilizaron 18.200 menos para los extranjeros, y 154.300 por debajo en los nacionales.

Por sexos y nacionalidades

Los datos que facilita la EPA constatan que la tasas de desempleo masculino inmigrante se situó al cierre de 2014, en el 34,02 por ciento, frente al 17,03 por ciento para los españoles; mientras que para las mujeres, alcanzó el 32,08 por ciento, frente al 21,95 por ciento de las nacionales.

La tasa de paro de los extranjeros procedentes de países de la UE, se situó al finalizar el ejercicio pasado en el 27,25 por ciento; con ratios del 26,63 por ciento para los hombres, y del 28,03 por ciento para las mujeres. En el caso de los foráneos no pertenecientes a la UE, la tasa alcanzó el 38,65 por ciento, con valores del 42,26 por ciento para el colectivo masculino, y del 35,36 por ciento para el femenino.

En relación a 2013, la tasa de paro de los inmigrantes de la UE se contrajo en 9,73 puntos, mientras que la de los foráneos de otros países, lo hizo solo en 0,74. Los extranjeros de la UE perdieron 500 activos el año pasado, y los de otros destinos, 4.800. La ocupación creció en el primer grupo en 3.900 personas, pero mermó en el segundo en 2.500.

Entre 2007 y 2014, el número de parados inmigrantes de la UE se elevó en la Comunidad, un 116,6 por ciento, hasta cerrar el año pasado con 11.700; mientras que los del régimen general crecieron un 79,3 por ciento, hasta 17.400. El número de activos de la UE creció en el periodo de estudio en 3.200 personas, hasta las 43.100, mientras que los de fuera de Europa mermaron en 7.300, con 45.100 al cierre de 2014. En cuanto a los ocupados,se redujeron para los primeros en 3.100 personas, hasta los 31.400, y para los segundos, en 15.000, con 27.700.

Un colectivo especialmente vulnerable

CCOO y UGT en Castilla y León coincidieron en el fuerte impacto que ha tenido la crisis sobre un colectivo especialmente expuesto a la exclusión, criticaron a la Junta por las enormes trabas que está poniendo a estas personas para acceder a la Renta Garantizada de Ciudadanía y exigieron que se tomen medidas para paliar su situación y fomentar su inclusión social y laboral.

El secretario de Política Institucional y Territorial de UGT en Castilla y León, Óscar Lobo, trasladó que la crisis ha barrido al conjunto de trabajadores, pero a aquellos colectivos como los inmigrantes que dependen de una situación administrativa y tienen enormes dificultades de acceso a los sistemas protección social, la han sufrido mucho más y están "en las peores condiciones de pobreza e indefensión total".

La secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO en Castilla y León, Rosa Eva Martínez, denunció, por su parte, la "especial vulnerabilidad" del colectivo de inmigrantes, que sufre una tasa de desempleo más de diez puntos por encima de la de los nacionales. Una situación que, dijo, está provocando la salida de la Comunidad, "aunque de menos de lo que creemos", de estas personas; "porque en su país igual tienen con quien compartir la necesidad", y, sobre todo, desemboca en una falta de ingresos que está llevando al "límite" a buena parte del colectivo.

Otro tercer mundo

Lobo recordó que estas personas deben buscar "desesperadamente" un empleo para regularizar su situación, y muchos caen en la economía sumergida, con lo que al estar de forma irregular tampoco denuncian y no cuentan con prestaciones sociales. Además, puntualizó que no tienen una red familiar que les permita acudir en situaciones de auxilio. "Estando en el primer mundo están en otro tercer mundo", lamentó.

En este sentido, Rosas Eva Martínez comentó que los españoles, en mayor o menor medida, suelen contar con apoyos familiares, pero los inmigrantes no disponen de ese arraigo y están solos. Así, constató que los servicios sociales están recibiendo cada vez más peticiones de ayuda por parte de extranjeros, apoyos de emergencia y la Renta Garantizada de Ciudadanía, porque constituyen "su única posibilidad" para subsistir.

Sólo se atiende el 13% de peticiones

Sin embargo, Martínez denunció que la Junta solo concede un 13 por ciento de las peticiones de extranjeros de la Renta Garantizada de Ciudadanía, a pesar de que "muchas familias se encuentran en situación dramática". Aseveró que muchas de estas personas acaba desistiendo de pedir esta ayuda ante las enormes exigencias que tienen que cumplir y no les queda otra opción que recurrir a las organizaciones sociales o a mendigar por las calles. "Si la tasa de desempleo para los españoles es grave, por la falta de ingresos en las familias, lo de los extranjeros es mucho pero, porque además no tiene recursos donde acudir en el ámbito de la Comunidad. Y eso los legales, ya que muchas personas no están en situación legal y están condenadas a la exclusión social", resumió.

En este contexto, reclamó a la Junta que "abra más la mano" y recalcó que si no se les facilitan recursos algunos se marcharán de esta autonomía despoblada y otros se quedarán en una situación límite de exclusión social.

Falsa percepción

Lobo señaló que se tiene la percepción de que muchos inmigrantes han abandonado la Comunidad durante los años de crisis, pero lo cierto, dijo, es que su peso relativo sigue siendo el mismo sobre la población total de Castilla y León, el 5,6 por ciento, porque también han salido los autóctonos. En este contexto, destacó que es "muy importante" que desde la Junta se siga apostando por hacer políticas de integración social y laboral del colectivo, y en esa dirección van los recientes acuerdos alcanzados en el seno del Diálogo Social. Criticó no obstante, las enormes trabas que está poniendo el Gobierno regional, para el acceso de estas personas a la renta Garantizada de Ciudadanía.

El dirigente ugetista reseñó que la tasas de retorno voluntario ha sido mínima, y muchos de los inmigrantes que viven en la Comunidad, llevan décadas aquí; un colectivo que presenta varias "barreras", porque es el que tiene más tasa de actividad y de paro y las peores condiciones laborales, ya que están "atrapados en la precariedad más absoluta". Óscar Lobo indicó que antes de la crisis el colectivo estaba focalizado hacia la construcción, y ahora se ha dirigido hacia las tareas agrícolas y de hostelería, pero insistió en que si tu situación administrativa está vinculada a tener un trabajo "estás en la más absoluta indefensión laboral"

Importante papel de los CITEs

La secretaria de CCOO ensalzó también el papel que están jugando los centros de información a trabajadores extranjeros (CITEs) del sindicato, amparados en los acuerdos suscritos recientemente en el seno del Diálogo Social de apoyo al colectivo. Al respecto, felicitó su labor de asesoramiento y acompañamiento en sus trámites frente a la Administración, y para que se sientan protegidos en sus derechos cuando tiene un problema laboral. Apostilló que otra parte esencial de su trabajo con el colectivo es la formación y la acreditación.

Por último arremetió contra aquellos que afirman que este colectivo ha llegado a España para quitar el trabajo a los nacionales y defendió que han asumido labores que ha rechazado la sociedad española. Al respecto, precisó que están empleados principalmente en el campo, en mataderos, congelados, limpieza, empleadas del hogar y ayuda a domicilio.