La Federación Autismo de Castilla y León presentará mañana a las 13 horas en el salón de Actos de la Consejería de Sanidad un proyecto de atención en los servicios de urgencias a los afectados. La iniciativa, pionera en España, incluye una guía donde se pretende visibilizar al colectivo y se alerta de la dimensión de este problema de salud pública, con el fin de tomar medidas y planificar los recursos que precisan quienes lo padecen.

Desde la Federación se señaló hoy en un comunicado que se desconocen los casos que de autismo que hay en Castilla y León de forma fidedigna, “pero lo que sí se conocer es que las asociaciones de padres de afectados están atendiendo hoy a un 300 por ciento más de casos que en 2007”. En este sentido apeló al derecho de todas las personas a la salud. “Sin embargo, las personas con discapacidad, y en concreto las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), tienen muchas dificultades para acceder a los recursos y prestaciones sanitarias”, explicó.

Al respecto añadió que la normativa internacional (Resoluciones de la OMS, Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad), la legislación estatal y castellanoleonesa establecen que la accesibilidad de los centros, servicios y prestaciones sanitarias para personas con discapacidad es un criterio de calidad que debe estar garantizado para estas personas en condiciones de igualdad al resto de ciudadanos.

Para hacer efectivo ese derecho, desde la Federación Autismo de Castilla y León se señaló que el sistema sanitario debe promover “medidas de acción positiva”, entre las que se encuentran, “las actuaciones y programas sanitarios especiales y preferentes” a las que tienen derecho las personas con discapacidad en Castilla y León.

El TEA y el entorno sanitario

Según el colectivo asociativo que representa a quienes lo padecen, el autismo es diferencia ya que se “aprende diferente y se entienden el mundo de forma distinta, y la comunicación se desarrolla de otra manera, y enn el terreno de la salud los autistas pueden no expresar su malestar o su intensidad, o manifestar de forma su distinta su dolor”.

Para quienes sufre la patología es frecuente la alta tolerancia al dolor, por lo que pueden pasar desapercibidos los síntomas de las enfermedades, además de tener alteraciones sensoriales que dificultan el manejo y el tratamiento, no tolerar las esperas y frecuentemente presentar fobias al equipamiento médico o a someterse a pruebas o exploraciones,basadas en anteriores episodios desagradables.

“No comprenden la intervención médica o la finalidad curativa de los tratamientos, no entienden las instrucciones del personal médico”, señaló la Federación y, por todo ello, las personas con autismo necesitan que el entorno sanitario sea comprensivo y conozca sus características y necesidades específicas”, argumentó

Servicios de Urgencias

La Federación de Asociaciones de Padres apeló además a las dificultades que rodean al autismo y hacen que con frecuencia la vía de entrada al sistema sanitario no sea Atención Primaria sino a través de Urgencias, y en ocasiones con patologías ya agudas. “Por eso, mejorar la atención en este nivel asistencial, es crucial, y todo ello constituye un reto sociosanitario que implica a asociaciones, profesionales de urgencias y familias. Se inicia en las asociaciones con los programas de desensibilización sistemática en los que, contando con el propio Servicio de Urgencias, se prepara a las personas con TEA para ser en un futuro atendidas de urgencias, dotándoles de las habilidades necesarias para enfrentarse a una situación para la que tienen grandes dificultades”, sostuvo.

En este sentido se postuló a favor de promover la formación continua de los profesionales en la Comunidad, la difusión de guías de actuación y el establecimiento de alertas en la Historia Clínica Electrónica, en colaboración con las asociaciones de afectados, como buena práctica. “Esta adaptación, por tanto, se basa en una reestructuración del entorno, la prevención de las posibles dificultades y la formación e implicación de los profesionales sanitarios en la atención de las personas con autismo. Para lograrlo es fundamental la colaboración estrecha entre el sistema sanitario y el movimiento asociativo, finalizó.