Malestar entre las organizaciones agrarias ante la confirmación de al menos tres casos de tularemia en la provincia de Palencia, que achacan directamente a la plaga de topillos que asola el campo palentino y de cuyas consecuencias ya había advertido, coincidieron en denunciar las organizaciones agrarias, sin que desde la Junta de Castilla y León se hayan tomado las medidas adecuadas para evitarla. Asaja, UPA, COAG y UCCL advirtieron en declaraciones a Ical de que estos casos, a los que habría que sumar otros nueve pacientes que presentan sintomatología compatible con la enfermedad, pueden ser solo el principio de un grave problema sanitario como el que ya padeciera la provincia en 1997.

El gerente de Asaja, Carlos Lobete, recordó que ya hace un año que la organización advirtió de las posibles consecuencias de la superpoblación de topillos. "Ahora nos encontramos que además de una cosecha con importantes pérdidas económicas por problemas derivados de los topillos hay un brote de la enfermedad en el medio rural que puede llevar un gran grave problema de salud pública".

Carlos Lobete aseguró que la vinculación entre topillos y turalemia es clara y no es nueva, "pese a que a la Junta le cueste reconocerlo", apostilló. Se lamentó que los presagios que ya hicieran desde Asaja meses atrás se cumplan sin que se hayan tomado las medidas propuestas para evitarlo.

El secretario provincial de UPA, Domiciano Pastor, denunció que ya se están apareciendo roedores muertos en acequias como ya ocurriera en la plaga de 1997 y en determinadas zonas se está precibiendo el mismo olor que en aquella ocasión.