Al igual que la superficie, el subsuelo de Castilla y León es seguro. Con los dedos de una mano se podía contar los delitos que desde 1993, año en el que entró en funcionamiento esta unidad, se han fraguado por debajo de la cota cero en las ciudades de la región, aunque entre todos los agentes es conocida la fuga protagonizada en 1976 por presos de la cárcel de Segovia utilizando las alcantarillas. El 5 de abril de 1976, veintinueve reclusos -la mayoría pertenecientes a la banda terrorista ETA- consiguieron fugarse a través de un colector al que accedieron tras realizar un butrón en uno de los retretes. La fuga de Segovia, que Imanol Uribe llevó al cine, mantuvo en jaque a todas las Fuerzas de Seguridad del Estado.