El expresidente del Gobierno José María Aznar ha rechazado los secesionismos y ha dicho que «no hay nación que aguante un proceso constituyente continuo», aludiendo a que desde comienzos de los años 2000 «se ha cruzado la línea roja» por parte de los partidos nacionalistas en sus exigencias. En esta línea, abogó por el «respeto al diseño constitucional», ya que, citó como ejemplo, «si se va a vender España fuera van a preguntar si la semana que viene vas a existir».

En este asunto hay que «hablar claro y rotundo, como la Constitución», dijo en la presentación de su libro de memorias en Ávila.