La Consejería de Sanidad moverá 81 médicos y 49 enfermeras, principalmente de zonas rurales a urbanas, una reordenación motivada por la despoblación de los pueblos de la Comunidad cuyos habitantes han emigrado a las ciudades.

Así lo aseguró ayer el gerente regional de Salud, Eduardo García, tras reunirse con los sindicatos en la Mesa Sectorial de Sanidad, en la que se abordó el borrador del Plan de Ordenación de la Atención Primaria que desarrollará la Administración y que podría contar con una segunda fase a partir de enero con la movilización de otros 171 médicos y 70 enfermeras que, según informó y con los datos que maneja la Junta, trabajan en áreas en las que hay menos población. Para esta primera fase, la Consejería ha creado un grupo técnico de trabajo junto a los sindicatos, que analizará antes de que concluya el mes de agosto cómo llevar a cabo la fórmula operativa de reordenación de facultativos, qué personas podrían entrar en la misma, y cómo desarrollar la elección o la voluntariedad.

Entre estos asuntos, los representantes de los trabajadores solicitaron a García mayor información sobre las alegaciones presentadas al documento y la respuesta que la Junta da a cada una de ellas, a lo que éste se comprometió a enviar un resumen con las mismas.

De los 81 médicos que cambiarán su puesto de trabajo, según García, 69 lo harán dentro del actual área de salud en la que desempeñan su empleo, mientras que una docena se moverá a otra zona diferente, capítulo para el que se tendrán en cuenta las plazas vacantes. A pesar del anuncio de estas medidas, el gerente remarcó que «en estos momentos, no corre peligro el puesto de trabajo de ningún médico o enfermera».

En Zamora reducen profesionales en cinco zonas, incluidas dentro de la ciudad, para reforzar los barrios adscritos en los centros de Parada del Molino, Puerta Nueva y Virgen de la Concha.

Sobre la posible ejecución de la segunda fase para 2013, García explicó que dependerá del movimiento de la población y los ajustes del futuro, pero que en todo caso la cifra de 171 médicos y 70 enfermeras se corresponde con un estudio en el que se aprecia que hay zonas con capacidad de ceder profesionales por su reducción de población. «En ningún pueblo corre peligro la asistencia. Se mantendrán los niveles. Pero la gente ha emigrado al medio urbano y donde antes se necesitaban seis médicos, ahora solo cinco», sostuvo García para argumentar la reubicación de facultativos.

Una de las propuestas de los sindicatos para abordar esta reorganización es que ésta sea de carácter voluntario, algo que la Consejería considera «difícil», dado que podría causar problemas administrativos que conllevasen paralizaciones judiciales. «Lo que queremos es llegar a un acuerdo», dijo.