Los empresarios de Castilla y León son «muy pesimistas» sobre la evolución de la economía durante los próximos meses y auguran descensos en la cartera de pedidos, la producción, la inversión y el empleo en todos los sectores. Así aparece recogido en la Encuesta de Opiniones Empresariales, correspondiente al segundo trimestre del año, que para la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) deja claro que para la mayoría de los empresarios de la Comunidad, durante los próximos meses se producirá una continuidad en los niveles mínimos de actividad y con una tendencia bajista. Así, la patronal lamenta la atonía del mercado, «encorsetado por una falta de financiación y una creciente presión fiscal, a la vez que se retroalimenta con una política inclinada hacia más ajustes en la vía de los ingresos y no tanto en la de los gastos, lo que hace que en el horizonte a corto y medio plazo no se atisbe cierta mejoría».

Las expectativas de los empresarios del sector industrial para los próximos meses señalan descensos en la cartera de pedidos, la producción y la inversión. Sólo se espera que aumente la cartera de pedidos extranjera en las empresas productoras de bienes de consumo y de inversión. Las ramas de química y alimentación prevén aumentos en la cartera de pedidos y en minerales no metálicos, productos metálicos, material de transporte, alimentación y papel en la cartera de pedidos extranjera. En la rama de material de transporte esperan además aumentos en la inversión.

Además, las expectativas empresariales del sector de la construcción también son pesimistas en cuanto a la inversión, el empleo y la producción. Asimismo, los empresarios del sector servicios auguran descensos en el nivel de prestación de servicios, empleo e inversión.

La patronal autonómica recuerda que, durante estos últimos años de crisis económica, a los empresarios no les ha quedado otro remedio más que implantar medidas de ajuste en sus balances económicos y financieros. Unas medidas, sostiene, que «no han adolecido de difíciles y duras decisiones, así como de redefiniciones diarias de sus planes de acción, puesto que las reglas del mercado financiero, entre otras, han ido cambiando de forma abrupta, dejando en numerosas ocasiones en el aire importantes decisiones de inversión».