La falange de un niño encontrada en la campaña de excavaciones de este verano en la Sima de los Huesos, el yacimiento más rico del mundo en fósiles humanos, sitúa en esa parte de Atapuerca el primer «santuario de la humanidad», afirmó ayer uno de los codirectores de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga. Éste ha precisado que se trata de la falange distal, la que tiene la uña, del dedo meñique de un pie de un niño que vivió en la sierra de Atapuerca hace entre 300.000 y 500.000 años, lo que, a falta del resultado de los análisis de laboratorio, podría corresponder a un Homo Heidelbergensis.

Se trata de uno de los huesos más pequeños del cuerpo, dado que sólo los del oído medio tienen menor tamaño, aunque su relevancia es «enorme» para avalar la teoría de los codirectores de Atapuerca respecto a la razón de la acumulación de huesos de homínidos en la Sima de los Huesos, que es «el mayor misterio actual de la Arqueología», afirmó Arsuaga. Una vez descartada la hipótesis de algún accidente o catástrofe, se había planteado como alternativa que los huesos hubieran sido llevados a ese lugar por animales carnívoros de gran tamaño.

Sin embargo, la aparición de este hueso pequeño del pie descarta esa opción, porque de haber sido obra de carnívoros, éstos habrían devorado los huesos de manos y pies completamente, más en el caso de los de un niño. Arsuaga afirmó que, aunque no toda la comunidad científica esté de acuerdo, los codirectores de Atapuerca creen que los cadáveres fueron depositados allí por otros humanos,.