Los municipios de Castilla y León que presenten una tasa de desempleo superior al 15 por ciento, hayan perdido un diez por ciento de población en los últimos 15 años y tenga un nivel de renta inferior al 90 por ciento de la media autonómica tendrán un trato prioritario en las políticas de rehabilitación de la Junta. Con un enfoque integral, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha sentado las bases de la batería de planes y medidas que desplegará los próximos años, sobre todo, en barrios degradados, núcleos rurales y conjuntos históricos.

El departamento de Antonio Silván tiene prácticamente diseñada en el Plan de Rehabilitación Integral la hoja de ruta de las políticas de recuperación urbana para los próximos años con el objetivo de priorizar los recursos en un periodo de escasez y de conseguir un mayor impacto. Para ello, ha elaborado una planificación integral que marcará las líneas maestras de las próximas actuaciones del Gobierno autonómico en función de factores socioeconómicos, territoriales, medioambientales, así como derivados del estado del patrimonio histórico y del edificado.

De hecho, Fomento tiene listas seis nuevas Áreas de Rehabilitación Integral (ARI) para reformar un parque rural y urbano de 1.200 viviendas que movilizará 24,4 millones. Durante este año, la Consejería de Fomento continuará con la rehabilitación de 10.511 viviendas, que suman las 39 áreas que se ejecutan en la comunidad y que suponen una inversión total de 254,4 millones. De esta forma, al desarrollo de las ARI, declaradas en 2011, sobre el conjunto histórico de Montemayor del Río (Salamanca) y Villafáfila, Villalba, Pajares de la Lampreana, San Agustín del Pozo y El Perdigón, en Zamora, se irán sumando otras cinco de esta provincia y una de Valladolid, en La Pedraja de Portillo. En Zamora hay en desarrollo nueve ARI, para 1.263 viviendas, con un presupuesto de 21,7 millones de euros.

Asimismo, Fomento también prestará especial atención a los municipios que tengan un perfil económico diversificado, es decir, con una presencia relevante del sector servicios. Junto a estos factores, también pesarán en la selección de los proyectos de rehabilitación del Ejecutivo la ubicación del municipio. Así, se valorará si se encuentra a más de 20 kilómetros de un núcleo de población mayor de 5.000 habitantes o a más de diez kilómetros de una vía de gran capacidad.

Mediante estos dos indicadores, la Consejería pretende aproximar los proyectos de regeneración y recuperación urbanística a las zonas más alejadas de las capitales de provincia, situadas en el borde del límite autonómico. Otra de las cuestiones que marcarán las políticas de la Junta serán los factores ambientales, como la pertenencia a la Red de Espacios Naturales de Castilla y León aunque también pretende impulsar la rehabilitación de municipios con bienes relacionados con edificaciones tradicionales (inventariado o reconocido), así como aquellos que formen parten de los cuatro ejes básicos de la política turística de la Junta, el Canal de Castilla, el Camino de Santiago, la Ruta de la Plata y el Duero. Asimismo, Fomento dispone ya de un sistema que analiza las necesidades de rehabilitación y el impacto de las actuaciones en los municipios. Así, este indicador presenta en Castilla y León un nivel elevado, en concreto, del 10,7 en una escala del cuatro al 12. Así, los que tienen menos de 2.000 habitantes son los que presentan valores superiores a la media autonómica, ya que presentan pérdida de población, envejecimiento, tasa de paro alta y un parque de viviendas en mal estado.