Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, mostraron ayer su implicación en los actos conmemorativos del 1.100 Aniversario del Reino de León con su presencia en la inauguración en la capital leonesa de la exposición «In principio erat verbum. El Reino de León y sus beatos», que podrá visitarse en el edificio de Botines hasta el próximo 28 de noviembre.

La pieza principal de la muestra en este apartado es el beato de Tábara (Zamora), que actualmente se conserva en el Archivo Histórico Nacional y que no es habitual que se exhiba en público. En él se recogen los Comentarios del Apocalipsis de Beato de Liébana en una copia realizada en el monasterio de San Salvador de Tábara por el maestro pintor Magio y continuada a su muerte por Emérito, que la finalizó en el año 970.

Los Príncipes llegaron a la plaza de Botines de la capital leonesa pasados unos minutos de las 12 del mediodía ante una enorme expectación de los más de 1.000 ciudadanos que se agolpaban en las vallas ubicadas alrededor de la plaza, donde desde las 10 de la mañana era visible un amplio dispositivo policial encargado de respaldar a las autoridades y a los Príncipes, que llegaron acompañados por una comitiva de siete coches.

Don Felipe y doña Letizia, que realizaron su segunda visita oficial a la provincia en menos de tres meses, después de que a principios de julio acudieran a la entrega de los Despachos Reales en la Academia Básica del Aire, saludaron a los leoneses que allí se congregaron antes de ser recibidos por las autoridades que les esperaban a las afueras del edificio de Botines, entre ellos la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, los consejeros de Fomento, Antonio Silván, y de Cultura, María José Salgueiro o el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, además del alcalde de León, Francisco Fernández, la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco o el presidente de Caja España, Santos Llamas, entre otros.

Doña Letizia, vestida con un traje de gasa con tonos grises y lilas, con chaqueta de punto a juego, y don Felipe, con traje gris y corbata naranja, procedieron a visitar la exposición, acompañados por las autoridades y por los comisarios de la muestra.

La visita real se prolongó durante más de media hora, antes de proceder a degustar un aperitivo a base de productos de León y con platos como chorizo de Geras, cecina de Astorga, cuajada de bacalao con gominola de Pimiento de Fresno, esfera de higos rellena de foie, hamburguesa de lechazo de León o esfera de queso de Valdeón con remolacha.

Uno de los comisarios de la exposición, Maurilio Pérez, resaltó el enorme interés demostrado por los Príncipes en las piezas que forman parte de la muestra y una preocupación por la cultura «excelente» e «innata». El comisario explicó que tanto don Felipe como doña Letizia lamentaron «no poder dedicar más tiempo» a la visita de la exposición y reconoció que prestaron especial atención a los beatos de Tábara y de San Miguel de Escalada. «Me preguntaron cuál era el más antiguo de todos o el que mejores iluminaciones tiene», señaló. Pérez declaró que la Princesa Letizia dedicó «mucha atención» al beato de Escalada en formato interactivo, en el que «vio bastantes páginas». Además, el comisario dijo ser consciente de la «relación especial» que los Príncipes de Asturias tienen con Gerona, por lo que incidió en la explicación del beato de Gerona en el que «aparece una figura femenina, que es la primera pintora de la que se tiene su nombre, y que hacía las iluminaciones», explicó.