Los ataques perpetrados por lobos en Castilla y León afectaron a más de 2.150 cabezas de ganado y dieron lugar a indemnizaciones por valor de casi 300.000 euros durante el pasado año, según estimó ayer la vicepresidente primera de la Junta y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz.

Ruiz indicó que en 2009 se habilitaron dotaciones económicas necesarias para paliar los daños y recordó que el Plan Específico de Conservación del Lobo de la Junta incluye la posibilidad de autorizar que se puedan matar algún ejemplar.