Este martes, 15 de junio, arrancará la nueva campaña de excavaciones en los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca, ubicados en Ibeas de Juarros (Burgos), donde hasta 200 personas y unos 50 científicos trabajarán bajo las órdenes de los tres codirectores del proyecto -José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell- con el objetivo de completar los hallazgos y conseguir más restos, para así tener un mayor conocimiento de la especie Antecessor. Por eso, este año los trabajos se centrarán en excavar en la Gran Dolina, donde se espera encontrar nuevos restos de la especie del Antecessor, en niveles que tan sólo han sido explorados en una ocasión, como son el nivel TD6 inferior, el TD5 y el TD4.

Famoso por albergar los restos de la especie humana más antigua de Europa, el yacimiento de Gran Dolina es, además, uno de los más fructíferos de todo Atapuerca. En el nivel TD6 se encontraron en 1994 una serie de restos humanos, que después se definirían como una nueva especie humana, el Homo Antecessor. Después de excavar otra porción del estrato Aurora, en el nivel TD6, para dejar el corte perfectamente vertical y listo para su estudio estratigráfico, las excavaciones saldrán de este nivel para completar el conocimiento de la especie.

En el caso del nivel TD4, "es probable que se produzca alguna sorpresa", adelantó a la Agencia Ical José María Bermúdez, al recordar que ya que en 1990 aparecieron industrias líticas que pusieron sobre aviso a los paleontólogos de la existencia de restos humanos con más de un millón de años de antigüedad.

Otro de los yacimientos que centrará la campaña de excavaciones es la Sima del Elefante. En esta zona el equipo espera encontrar restos humanos del primer europeo, aunque los trabajos no serán todo lo fáciles que podrían haber sido, después de no haber podido construir un puente superior al yacimiento que iba a conectarlo con la Trinchera.

Definir al Homo Antecessor

La Sima del Elefante se encuentra dividida en una secuencia de 21 unidades estratigráficas y en tres fases de relleno sedimentario, de ahí la complejidad de las tareas de excavación. Los niveles inferiores de este yacimiento son los más antiguos de toda la Sierra y se sitúan a más de tres metros por debajo del nivel actual de la trinchera. Fue precisamente en este espacio, donde se hallaron instrumentos líticos que demostraron la presencia de homínidos en una época anterior en la que vivió la especie Antecessor de Gran Dolina (780.000 años). Además, en los niveles superiores, aparecieron instrumentos líticos del periodo Musteriense, lo que hace llevar a pensar a los científicos que en la Sima del Elefante podrían encontrarse los esperados restos de neandertales; "máximo deseo" de los científicos, según confesó Bermúdez de Castro a Ical, quien espera poder encontrar restos de esta especie antes de que se "agote" su tiempo en el proyecto.

La revolución en la Sima del Elefante se produjo durante la campaña de 2008, cuando aparecieron una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense, datadas en 1,2 millones de años de antigüedad, mucho más antiguos que los restos originales de Gran Dolina. De ahí, que el equipo confíe en encontrar nuevas piezas que confirmen la teoría.

Además del Homo Antecessor, en Atapuerca aparecieron restos de la especie Homo Heilderbengensis en la Sima de los Huesos. Por ello, el equipo seguirá trabajando en esta pequeña cámara situada en la base de un pozo de 13 metros de profundidad, dentro de la cueva Cueva Mayor, con el deseo de encontrar nuevos restos de la especie Heilderbengensis, considerada el ancestro del hombre de Neandertal.

Campaña en el exterior

Los trabajos también se llevarán a cabo fuera de las cuevas para completar el conocimiento de las actividades humanas de los primeros pobladores de la Sierra de Atapuerca. En este sentido, Bermúdez afirmó que, una vez concluidos los trabajos en el yacimiento de Covacha de los Zarpazos, el objetivo es retomar las investigaciones que se realizaron en el año 1995 en el yacimiento de Galería, para dejar la secuencia limpia, para que en un futuro se pueda preparar ese entorno para que sea una excavación "modélica" perfectamente planteada para futuras visitas.

Para llevar a cabo estas y otras tareas, será necesario contar con un equipo de 200 profesionales. Aunque la campaña arrancará el martes con 50 personas, durante el mes de julio se sumarán 150 científicos que permitirán llevar a cabo el proyecto. La mayoría de las personas que excavan en la Sierra de Atapuerca pertenecen a distintos centros de investigación del proyecto Atapuerca como la Universidad de Burgos (UBU), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), el Centro Universidad Complutense de Madrid (UCM)-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos, y la Universidad de Zaragoza.