Villalar de los Comuneros

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, destacó ayer que el Gobierno regional se presenta en la «batalla» de la financiación autonómica como los «viejos» comuneros, «aguerridos», dijo, pero no dispuestos en este caso «a perder la cabeza».

Herrera afirmó durante su visita a la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, con motivo del Día de la Comunidad, que la reunión mantenida hace 48 horas entre el vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, y el presidente de la Generalidad de Cataluña, José Montilla, para debatir de financiación ofreció una «muy dolorosa imagen, que no presagia excesivos buenos vientos para un asunto tan material, pero tan importante para el desarrollo de las políticas sociales», como la educación y la sanidad.

El máximo responsable del Ejecutivo autonómico expresó, en este contexto, su deseo de que «preponderen no sólo en el papel», los valores constitucionales que los españoles convinieron en 1978. «Que nadie permita que se violen esos sagrados principios que han hecho grande a la democracia española», dijo Herrera. Al respecto, se refirió al principio de igualdad entre todos los españoles y entre todos los territorios y comunidades, al de solidaridad entre personas y entre territorios, y al que «proscribe cualquier tipo de privilegio económico y social». Así, denunció que la bitelaridad que mantiene el Gobierno en las negociaciones con Cataluña es un «privilegio».

Juan Vicente Herrera, que inició la jornada visitando la exposición el "Camino del Arte" en la iglesia del municipio, para trasladarse posteriormente a la campa, para participar en una lectura de "El Camino" de Miguel Delibes, y visitar los espacios de UGT y CCOO, dijo que ayer «es un día más para unir». Deseó que «en el corazón de todos sea un día moderado de fiesta, pero un día en el que confirmemos nuestra pasión por esta tierra y nuestra voluntad de seguir trabajando juntos para hacerla cada día más grande».

A pesar de ello, Herrera hizo un ejercicio de realismo y manifestó que esta edición de la celebración autonómica, tiene un «carácter muy especial, porque vivimos tiempos muy complicados». Así, destacó que las circunstancias son «muy diferentes» que hace 365 días, ya que «hoy son más los paisanos que tienen dificultad» y precisó que eran 172.520 personas las que engrosaban las listas de desempleo a final del pasado mes. «Es un día para pensar en ellos», indicó. «Esa preocupación se va a dejar notar en la campa», dijo Herrera, que se mostró «encantado» de recibir algunas de esas «preocupaciones, quejas y reivindicaciones», como las que le trasladaron en la campa de CCOO, los representantes de los trabajadores de la papelera de Miranda de Ebro Rottneros. El presidente regional también definió como «bueno» que las instituciones acudiesen todas juntas a Villalar, para «trasladar una imagen de unidad en lo fundamental y de cercanía».

Por otra parte, Herrera reconoció las «mejoras» que se han producido en la campa, que tiene, dijo, más servicios, gracias a que se han dado «pasos adelante, fruto de una buena idea e iniciativa» como la creación de la Fundación Villalar, de la que «ha emanado una unidad de mensaje en el manifiesto y un conjunto continuado de actuaciones que le están dando más peso específico». Sin embargo, Herrera advirtió de que «lo importante en la fiesta es lo que cada uno lleve en su corazón y en un día ciertamente agridulce de fiesta y de semblante preocupado, sobre todo prepondere la voluntad de querer más a esta tierra, el sentirnos enraizados en ella y seguir trabajando todos juntos por su futuro».

El jefe del Ejecutivo autonómico también tuvo palabras para la prensa y para aquellos que tienen que «servir» y «trabajar», en una jornada que representa la parte más festiva, activa y reivindicativa en la tradición del día 23. «Feliz Día de la Comunidad», concluyó el presidente.

El presidente de la Junta estuvo acompañado durante su visita a Villalar por un nutrido séquito de cargos públicos, políticos, representantes económicos y sociales y periodistas. Entre los acompañantes estaban el delegado del Gobierno, Miguel Alejo; el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago; el consejero de Interior y Justicia, Alfonso Fernández Mañueco; la consejera de Cultura, María José Salgueiro; el senador José Valín; el portavoz del PP en las Cortes, Carlos Fernández Carriedo, y su homóloga socialista, Ana Redondo; y los secretarios generales de UGT y CCOO en la región, Agustín Prieto y Angel Hernández, entre otros.

Zapatero aboga por una región «avanzada y moderna, como el proyecto de Oscar López»

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó ayer por el futuro, «en sí mismo», de Castilla y León, una Comunidad «equilibrada, avanzada y moderna», algo que equivale, según explicó, al proyecto del secretario autonómico del PSOE, Oscar López, quien intentará alcanzar en 2011 la Presidencia de la Junta, por lo que Rodríguez Zapatero declaró que su sueño para la Comunidad «es el mismo que el de López».

El jefe del Ejecutivo envió este mensaje televisado, emitido en la carpa que el PSOE instaló en la campa de Villalar de los Comuneros, con el que también estuvo presente en la fiesta regional, algo que agradeció López. También enviaron su mensaje la secretaria de Organización del PSOE, la leonesa Leire Pajín, quién hizo público su sueño: «Que los jóvenes no se tengan que ir de esta tierra». Coincidió con Oscar López, a quien puso como ejemplo de «un joven que será presidente de la Comunidad». Por su parte, la vicesecretaria del partido en Castilla y León, la también leonesa Amparo Valcarce, destacó que su deseo para la Comunidad es que todos los ciudadanos «se sientan protegidos por su Gobierno».

Por último, el secretario general del PSCyL-PSOE, Oscar López, trasladó ayer al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, su deseo de que negocie la financiación con el espíritu de los comuneros, pero sin correr la misma suerte que en el pasado. Al respecto, López defendió que Castilla y León tendrá una «mejor» financiación autonómica que la que logró con el Gobierno de José María Aznar, gracias a la «sensibilidad» del Ejecutivo que dirige Rodríguez Zapatero.