Es la primera consecuencia de la montaña de burocracia que ha inundado terrenos de labor y granjas ganaderas. La Administración, ella solita, sin que se lo pida nadie, ha ampliado el plazo de solicitud del Pago Unico, la nueva modalidad de cobro de las ayudas comunitarias recogidas en la Política Agrícola Común (PAC). Los propios funcionarios de la Junta dicen, me consta, que va a ser difícil que las solicitudes estén tramitadas antes de agosto, mes en que está previsto que se adjudiquen a agricultores y ganaderos sus derechos definitivos, o sea las licencias para cobrar en los próximos años las subvenciones concedidas por la UE.

El nuevo sistema supone un vuelco total respecto al anterior. Mucho más lío. «Todo son llagas para quien no está acostumbrado a bragas» asegura un dicho castellano. Tiene razón. Los profesionales del sector agrario han tenido que aprender en los últimos años un nuevo lenguaje. Se han olvidado de términos como vertederas, cultivadores, pivots o semillas monogermen, para aprender de carretilla otros como cupos, contingentaciones, sigpac, pago único, desacoplamiento, derechos provisionales o producciones excedentarias. La mayor parte de su jornada laboral se lo pasan en las oficinas de la Junta. Andan de la ceca a la meca y ahora, en estos momentos, están perdidos en el limbo.

Lo del Pago Unico es la esencia del papeleo. La UE, a través de los informes del Gobierno regional y del Ministerio de Agricultura, ha adjudicado unos derechos de producción a cada agricultor. La referencia tomada es el periodo 2000-2003. Dependiendo de lo que sembrarán esos años o el ganado que cuidarán, así tendrán ahora la posibilidad o no de hacerlo. O sea que, dentro de nada -desde agosto sí de verdad se adjudican los derechos definitivos a cada productor- cuando se venda una tierra de labor, se transferirá con derechos o sin ellos. Cabe, además, la posibilidad de vender el "papel" sin más, lo que posibilitará al comprador percibir las ayudas de la PAC hasta 2013. ¿Ustedes lo entienden? Yo confieso que no. Porque hasta ahora el beneficio de una explotación agropecuaria venía de vender los cereales, las patatas, la remolacha o los marranos, no de vender la capacidad de producirlos.

Ante este panorama, no me extraña que hasta la Administración se muestre recelosa y esté a punto de anunciar una ampliación del plazo para solicitar el Pago Unico. Vendrán más ampliaciones, ya verán. Lo de esta campaña va a ser de récord. Hay funcionarios que llevan semanas sin dormir pensando en lo que se les viene encima.

Parece como si la UE cada vez lo pusiera más difícil con el fin de aburrir a los beneficiarios de las ayudas PAC. Y es que los 60 millones de euros que llegan cada año al campo zamorano cada vez están más caros.