Valladolid.- El consejero de Fomento, Antonio Silván, repasó el pasado sábado ante diversos medios, los contenidos del Plan de Estratégico de Infraestructuras y Transportes. Como primera conclusión, Silván afirmó que este Plan, que sustituye al Plan Varia firmado por el anterior Ejecutivo, convertirá a la Comunidad en la «gran olvidada». Pese a esto, el consejero sigue ofreciendo al Gobierno de España, una colaboración en materia de infraestructuras.

«Con la aprobación del PEIT, se confirman 10 años más de retraso para Castilla y León», así de tajante se mostró el consejero quien añadió que en todo el documento no se refleja «una financiación concreta para la Comunidad». Silván califica el plan como «ficticio» ya que, según él, no parece ser más que una declaración de intenciones «y deja entrever que las infraestructuras de la región no son prioritarias».

El consejero de Fomento no dudó en acusar al Gobierno central de «falta de diálogo y de secretismo absoluto», refiriéndose tanto a la fase de elaboración del Plan, como a la de aprobación de las alegaciones. Por ello Silván asegura que el PEIT carece de la firmeza y la fuerza de las que le habría dotado el consenso.

Por otro lado, Antonio Silván, cree que el Plan de Infraestructuras «es un plan sectario, ya que sólo atiende a las alegaciones de comunidades donde gobierna el PSOE, o con las que tiene deudas políticas». Además el documento no cumple los compromisos que adquirieron tanto la ministra de Fomento, como el propio Plan, según afirmó el consejero.

En lo que a carreteras se refiere, Silván asegura que el PEIT no aporta nada nuevo respecto del Plan Viaria, salvo que aumenta en diez años los plazos para la ejecución de las infraestructuras. Respecto a las carreteras, dijo que el Plan establece un sistema que encarece un 30% el presupuesto.