El Gobierno sigue adelante con las reformas que tenía en el cajón cuando el coronavirus paralizó la economía y la política del país. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un decreto ley de medidas energéticas que pone en marcha un nuevo mecanismo de subastas para trasladar a la factura de la luz el menor coste que permite la creciente producción de energía 'verde', como adelantó el viernes EL PERIÓDICO. "El impulso renovable será protagonista en la recuperación pero para ello tenemos que garantizar certidumbre", ha señalado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Además, la nueva norma también pincha la burbuja renovable al establecer plazos para la construcción de las plantas fotovoltaicas y eólicas de hasta cinco años con el objetivo de eliminar la especulación --el 60% de los permisos otorgados no han iniciado el trámite de solicitud de conexión en los seis meses siguientes--. Y simplifica las tramitaciones con el objetivo de permitir un despliegue más rápido de las energías renovables. El objetivo del Gobierno es alcanzar los 60.000 megavatios nuevos de potencia instalada en el año 2030.

El nuevo sistema de subastas se basa en el precio de la retribución de la energía, en vez de la inversión como hasta ahora, con el objetivo de establecer un precio fijo a largo plazo por la energía generada. Una medida que repercute de forma directa en los consumidores, domésticos e industriales, al capturar los menores costes de las tecnologías renovables y trasladarlos a la factura eléctrica."Es urgente un nuevo sistema que ofrece al promotor un precio por la energía a largo plazo más barato que en el mercado de hoy si la tecnología eólica y solar se van haciendo con el mercado a través de esas subastas", ha explicado Ribera.

Un sistema que no tiene nada que ver con el anterior de Nadal (anterior ministro de Energía), diseñado para un contexto distinto con unas tecnologías renovables muchísimo más caras que se debían impulsar con primas; en la actualidad, la situación es la contraria, estas tecnologías son más competitivas y, por tanto, muchas veces reducen el precio del mercado en beneficio de los consumidores finales. No obstante, el Ejecutivo todavía debe sacar a consulta pública su regulación, para en los próximos meses aprobar la orden ministerial con las características específicas de la próxima subasta que prevé poner en marcha antes de finalizar el año, según fuentes del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Además, el decreto introduce nuevas figuras en la Ley del Sector Eléctrico como el almacenamiento, la hibridación (varias tecnologías a la vez), las comunidades energéticas renovables y el agregador independiente que dibujan un nuevo sistema mucho más flexible y descentralizado.

Almacenamiento

A parte de las instalaciones de bombeo (que embalsan el agua en los momentos de menor demanda para aprovecharla para generar energía en los momentos de mayor consumo), cada vez más el almacenamiento, como en el caso de las baterías de ion-litio está más presente. Y cada vez es más una necesidad para la estabilidad para del sistema eléctrico ante el objetivo en 2030 de tener el 74% de renovables en el sistema. Las energías renovables como la eólica o la fotovoltaica solo generan electricidad cuando hay viento o sol, por lo que la introducción de esta nueva figura permitirá un desarrollo más rápido de las energías limpias.

Hibridación

En la actualidad, una instalación eléctrica puede ser eólica, térmica, fotovoltaica... pero no se permiten mezclar tecnologías. Un problema al que se da solución con este decreto que permite en un mismo emplazamiento puedan compartir distintas tecnologías aprovechando el punto de conexión para aprovechar costes, evitar trámites e impulsar la generación renovable, pues en las horas en las que la fotovoltaica no produzca energía (no hay sol) sí pueden generar energía los aerogeneradores, por ejemplo.

Comunidades energéticas

Las comunidades de energías renovables son entidades compuestas por socios situados cerca de proyectos renovables que pueden ser particulares, empresas o entidades locales con la finalidad de desarrollo económico y social y no solo puramente empresarial. Una figura que persigue la implicación de la sociedad en el ámbito energético al hacer partícipe a las pymes, ayuntamientos y ciudadanos en las renovables para favorecer proyectos más adaptados a la realidad territorial del país porque no todo serán grandes plantas (por ejemplo, en las islas donde no hay espacio) y además impulsar su uso.

Agregador independiente

Un agregador independiente o agregador de demanda es una figura que hace que desde la instalación de autoconsumo que alguien tenga en casa, el consumo de la industria o la recarga del coche eléctrico puedan participar en los llamados mercados de sistema eléctrico. Es decir, puedan ayudar a ajustar el sistema eléctrico y ayudar a equilibrar la red.