Zippy, el Jack Russell Terrier de la familia Butler, se convirtió en héroe después de sacrificar su vida para salvar la de su familia durante un incendio que se produjo en el ático de la vivienda familiar, en Florida.

El incendio se produjo de madrugada, cuando los Butler dormían. La alarma se activó hasta en dos ocasiones, pero nadie la oyó. El único que se percató de la peligrosa situación fue Zippy, el perro familiar, que comenzó a correr por toda la casa ladrando para despertar a la familia.

Su estrategia surtió efecto, y, gracias a ella, todos los miembros de la familia lograron salir por su propio pie para ponerse a salvo, pero Zippy no les siguió. El perro se quedó atrapado entre las llamas y, cuando quisieron ir a buscarlo el fuego no dejó un recoveco por el que pasar sin ser abrasado.

Lo único que pudo hacer la familia fue esperar a que los equipos de emergencia terminaran su trabajo y el incendio se extinguiera por completo. Cuando esto sucedió, fueron los bomberos los que entraron primero en la casa y localizaron a Zippy tendido en el suelo: el humo penetró en sus pulmones provocándole una asfixia.

Para los Butlers, el perro adoptado siempre ha sido "un buen perro". Su dueño, Leroy Butler, dijo a Fox News: "Hizo su trabajo, lo rescatamos y supongo que nos devolvió el favor. Fue el único al que no pude salvar. El único hasta el que no pude llegar. Le vamos a echar de menos".