Las hormigas legionarias, también conocidas como hormigas del ejército o marabunta, se diferencian de otras especies de hormigas por su agresivo comportamiento depredador, su carácter nómada y sus incursiones, en las que un enorme número de hormigas obreras adultas (de 100.000 a 2.000.000) forman columnas de hasta 20 metros de ancho y 200 metros de largo, adentrándose en un área y atacando a sus presas en masa.

Un vídeo ampliamente compartido en redes sociales, cuya autoría se atribuye al usuario brasileño Francisco Boni, captura el impactante momento en que millones de estas hormigas legionarias construyen un puente para atacar a un avispero.

Las hormigas marabunta exhiben complejos comportamientos sociales y dejan entrever un comprometido trabajo en equipo para alcanzar sus objetivos. El más destacado es su capacidad para formar puentes que les facilitan el acceso a lugares que de otra forma serían inaccesibles y donde la recompensa vale la pena. En este caso, el botín de un avispero.

En palabras del propio Boni, "cuando ocurre este tipo de ataques, las avispas generalmente escapan y las hormigas no se van hasta que el panal queda completamente vacío, llevándose crisálidas, larvas, huevos y también avispas que no lograron escapar".

El tuit y el vídeo generaron gran expectación entre muchos usuarios no sólo por la espectacularidad de la escena, también por conocer y dar respuesta a muchas de las incógnitas que las imágenes suscitaron.

En este sentido, y haciendo referencia a EarthSky, Boni explicó que a muchas especies de hormigas les resulta difícil caminar boca abajo. Aparentemente para las hormigas es más efectivo seguir el camino de un puente que baja y luego sube, que tener que iniciar un recorrido del revés. Especialmente cuando lo que transportan es un botín tan suculento como el de un avispero.

En cuanto a cómo llegaron a construir esa catenaria perfecta, se barajaron algunas hipótesis. Una de ellas habló de la posibilidad de que las hormigas empezaran un camino recto y, al comenzar a añadir más número de hormigas, la gravedad las desplazara hacia abajo y la tensión lineal hiciera que el puente no se rompiera y pudieran añadir el extremo que faltaba para conectar con el avispero.