Belén Aldecosea se encontraba en el aeropuerto de Baltimore para volar hacia su casa, al sur de Florida. La joven explica que antes de realizar el viaje se puso en contacto con Spirit Airlines, para confirmar que podía llevar a su mascota, un hámster llamado Pebbles.

Sorprendentemente, cuando llegó para coger su vuelo, no le dejaron transportar al hámster en el avión. Para resolver la situación, al parecer, un representante de Spirit mencionó la idea de lanzar a Pebbles por el inodoro. Desde Spirit niegan tal afirmación, pero sí admiten que cambiaron de opinión respecto al acceso del animal.

Aldecosea, que necesitaba llegar cuanto antes a su hogar por un problema médico, decidió deshacerse de su animal de compañía por el retraso del vuelo. "Estaba asustada y fue horrible tratar de ponerlo en el baño", ha indicado al medio Miami Herald.

Era un animal de apoyo emocional

Las instrucciones contradictorias de la aerolínea han llevado a la chica a considerar seriamente en denunciar a Spirit. De hecho, se trataba de un animal de apoyo emocional, como atestigua un certificado médico de la estudiante.

Ante el trauma vivido por Aldecosea, la Administración de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos ha señalado que no tienen problemas con los hámsters: "Los hámsters son bienvenidos en nuestro puesto de control."

Sin embargo, la mayoría de las compañías aéreas tienen prohibido el acceso de estos roedores. Aun así, el caso de Pebbles es distinto, al estar certificado que se trata de un verdadero animal de apoyo emocional.