La carismática institución cultural flamenca zamorana vuelve a la carga con la quinta programación en cuatro meses. Será en su sede social de Peña Trevinca. Dos artistas de primerísimo nivel harán las delicias de socios, acompañantes e invitados especiales. Sucederá este sábado a partir de las veintiuna horas. Sevilla a tope con El Chozas y el gran Antonio Carrión. Voy por partes.

José Antonio Muñoz, El Chozas, nace y se desarrolla para el universal arte en el barrio de Los Carteros, perteneciente al distrito de La Macarena. Barrio de convivencia familiar y profundidad flamenca, tanto en afición como en artistas profesionales, entre los que cabe destacar a los hermanos Pichichi, Antonio Chacón, José Galán y, desde luego, el que nos ocupa el día de hoy, esto es, El Chozas.

Este enorme cantaor, se inicia en el profesionalismo a finales de los setenta, con discografía de publicación irregular pero de notable interés, convirtiéndolo desde el principio en cantaor fundamental en plena segunda Edad de Oro del cante. Sin embargo, su a mayores dedicación a la ebanistería fina en su propia empresa, hace que su ocupación con el flamenco no sea a tiempo completo, lo que no resta un ápice a sus excelentes maneras para el noble arte. Mairenista en toda su dimensión, pero de formidable capacidad creativa, lo ha llevado a personalizar cantes tan complejos como las bulerías, los tangos, las soleares, las seguiriyas y, de forma muy significativa, los fandangos de su paisano Antonio El Pichichi. Cierto es que no fue el primero que los grabó –lo hizo Antonio Chacón- pero sí fue realmente quien los popularizó, además de dejar su especial impronta.

¿Qué decir del gran maestro de la bajañí que no se haya dicho ya? Antonio Carrión, maestro de maestros, hijo del cantaor Carrión de Mairena y sobrino nieto de Cancuna, nace en esa venerada población de los Alcores, su toque parte del clasicismo de Melchor de Marchena hasta enriquecerse con todas las sonantas más preclaras del orbe flamenco y, a todo ello, sumándole su propia creatividad y sello personal. Por otra parte, ha hecho incursión en los ámbitos del cante, dejando un disco de auténtico coleccionismo, además de mantener compromiso organizativo como directivo de una peña flamenca.

Dos monumentales artistas para una noche mágica.