Entrevista | Miguel Reta Ganadero de Reta de Casta Navarra

"Poder ir a Benavente es jugar en la Champions, nos hace mucha ilusión"

Recuperar y dar a conocer la Casta Navarra, una de las castas fundacionales del toro de lidia, se convirtió en su propósito personal y vital. Una muestra se verá el próximo 21 de junio, en Benavente, en cuyos festejos del Toro Enmaromado soltarán a un ejemplar "Espléndido"

El ganadero Miguel Reta echa de comer a sus toros de Casta Navarra.

El ganadero Miguel Reta echa de comer a sus toros de Casta Navarra. / Cedida.

-¿Qué se encontrarán en las calles de Benavente los corredores y espectadores, morfológicamente hablando?

-Es un ganado totalmente diferente al que están acostumbrados porque es de una casta fundacional del toro de lidia y es un toro colorado, pequeño de tamaño, no es tan voluminoso como los encastes más modernos, es más pegado al suelo, es muy rústico, muy ágil, muy vivaz. Es un animal antiguo, digámoslo así.

-¿Cómo espera que sea el comportamiento del astado elegido?

-Que sea inteligente, que es la característica principal que se ha seleccionado en estos animales a lo largo de todos estos siglos. Es más su inteligencia que su nobleza la que ha caracterizado su comportamiento.

-¿El deseo desde la ganadería es que, haciendo honor a su nombre, sea "espléndido"?

-La verdad que sí porque, para nosotros, el participar allí tiene mucha responsabilidad. Que se porte bien es lo principal. Claro, son animales que se encuentran con una maroma, tienen que trabajar por un recorrido, en fin, pues no es tarea fácil, pero confío en mis animales porque hermanos suyos y antecesores genealógicamente de la ganadería han demostrado que, en ese tipo de festejo popular, que es el toro con soga, que llamamos aquí, o el maromado que llamáis ahí, se saben defender y saben trabajar bien.

-Es la primera vez que sueltan un animal en los festejos del Toro Enmaromado de Benavente, ¿qué supone para usted participar en este festejo con más de 500 años de tradición?

-Pues imagínate, lo comenté cuando fuimos a la presentación: dar el paso a poder ir a Benavente es jugar en la Champions. Nos hace mucha ilusión, pero también nos llena de responsabilidad y de miedo de que todo salga bien, de que el animal se comporte y que tengamos suerte y no pase nada, que es lo principal.

-En la ganadería, llevan tiempo trabajando para conservar este encaste en los festejos populares, pero también se ha recuperado en algunas corridas, ¿verdad?

-Sí, nosotros hemos trabajado durante más de 30 años en mantener este patrimonio genético de biodiversidad en la raza de lidia y conservarlo, como bien dices, y desde hace ya 25 años estamos seleccionando también para poder recuperarlo para la lidia moderna. Ya hemos celebrado algunas corridas de toros en Francia, en Madrid, en Estella, en Tafalla, en Corella,... en fin, ya vamos lidiando también y vamos dando a conocer esta casta fundacional para que se visibilice dentro del mundo de la tauromaquia.

-Después de lidiar en esas corridas de las que habla, ¿están satisfechos con el resultado? ¿Ha cambiado en algo la línea de trabajo que siguen o en la selección de animales?

-Sí, yo retengo la materia prima de las cinco líneas más de pureza que hay de Casta Navarra dentro de mi casa. El manejo y todo lo que es la base de ese patrimonio está en función del festejo popular. Sí que es cierto que ya desde hace muchos años vamos tentando y seleccionando para recuperarlo para la lidia; entonces, eso sí que conlleva un criterio a la hora de seleccionar, en buscar un animal que quizás tenga, aunque no me gusta mucho la palabra, cierta tolerabilidad, que es lo que hoy en día se busca, entonces, que sea más noble que inteligente, que eso es imposible en lo nuestro, pero, por lo menos, que haya un cierto equilibrio.

En los dos hierros de mi hija Alba y de mi difunto hermano César, mantenemos la materia prima, y en el de Reta de Casta Navarra, que es de la Unión de Criadores, ya estamos trabajando con los animales que salen de la selección de esas tientas como reproductores para la lidia, siempre con la misma base genética de los mismos animales.

Ahí sí que la evolución que vamos viendo en las distintas corridas y novilladas es que, aunque es muy difícil, porque es algo anacrónico en relación a lo que es el toro moderno, hay una adaptación pequeña, que, sobre todo, los aficionados más toristas y los franceses, que son muy apasionados de los encastes, la siguen. Y en ello estamos, los resultados los verán, si Dios quiere, mis nietos o bisnietos porque esta selección es muy lenta, gracias a Dios y Dios quiera que podamos estar muchos años.

-El manejo de estos toros es distinto al que suele darse en otras ganaderías de lidia, ¿verdad?

-Sí. Su característica principal, que es esa inteligencia, los hace animales muy peligrosos en el campo, entre ellos y con nosotros, y sobre todo, por una tradición que diferencia totalmente el manejo de lo que es conocido por parte de los aficionados a lo que es el manejo de aquí, que es que todo se maneja a pie, con los perros y con la vara. Aquí los caballos están para ir de paseo.

Ese manejo llama mucho la atención, es muy peculiar, pero es la tradición que aquí hemos llevado durante siglos y, además, la orografía, el tipo de ganado,... hace que sea más cómodo manejarlos así.

El ganadero de Reta de Casta Navarra, Miguel Reta.

El ganadero de Reta de Casta Navarra, Miguel Reta. / Cedida.

-¿Qué le impulsó en su día a apostar por la Casta Navarra?

-Pues una locura, una pedrada grande que tengo. Sobre todo, mi conocimiento de estos animales desde que nací, en mi ámbito familiar, en mis aficiones; en mi trabajo profesional como ingeniero agrónomo también, dentro de la propia Navarra, estoy de la mano de estos animales y siempre me ha preocupado mantenerlos, cuidarlos, apoyar a los otros ganaderos que también tienen este ganado, en fin, ha sido parte de mi profesión y ahora es parte de mi vocación, o yo diría que toda mi vocación. La razón principal es que desde niño los he conocido y siempre me han llamado mucho la atención y he convivido con ellos.

-Y conservar la Casta Navarra se ha convertido en su apuesta vital...

-Sí, y darla a conocer. Cuando empecé, hace más de 30 años, me trataban de loco porque decían que queda muy poquito, que estaba ya muy en el ostracismo. Y ha sido ese trabajo conjunto con los demás ganaderos de nuestra zona, que hemos ido llevando para visibilizar, para que, por lo menos, se reconozca en el mundo del toro esta casta fundacional como algo importante dentro de ella. Ese es el objetivo principal

-Y luego es fundamental que haya toreros que apuesten por ella...

-Eso está claro, pero es difícil, es una de las apuestas más difíciles, porque yo digo que somos una ganadería antisistema porque el sistema de hoy en día de la tauromaquia busca otro tipo de toreo y de animal. No así en el festejo popular, que es muy, muy, muy valorado, porque es ahí donde se ubican estos animales.

Recuperarlo para la lidia moderna es muy complicado y ahí es donde tienen que apostar los profesionales. Y tengo que dar las gracias a que hay toreos y cuadrillas y empresarios que ven también que todo es complementario y que un pequeño nicho de mercado para este tipo de animal existe y hay muchos aficionados toristas que lo valoran, nos siguen y ahí sí que estoy contento porque, en las últimas corridas, hemos llenado la plaza y la gente sigue el proyecto casi como unas tientas públicas para que todo el mundo conozca poco a poco cómo va la evolución.

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