El confesor del papa era zamorano: esto dijo Francisco sobre él tras su fallecimiento en junio

El sumo pontífice despidió personalmente al franciscano Manuel Blanco Rodríguez de Camarzana de Tera

Durante el Ángelus se refirió a él como "un hombre de misericordia que nunca se jactó de su función"

El papa Francisco ante el féretro de su confesor y franciscano zamorano Manuel Blanco Rodríguez

El papa Francisco ante el féretro de su confesor y franciscano zamorano Manuel Blanco Rodríguez / Vatican News

E. Vega

Corría el 23 de junio del año pasado cuando la iglesia de los Santos Cuarenta Mártires y San Pascual Baylón recibía la visita de un emocionado sumo pontífice. Ya en silla de ruedas, el papa Francisco acudía al templo de culto situado en el distrito de Trastevere (Roma) para rendirle una personal despedida al que fuera su confesor, el sacerdote zamorano Manuel Blanco Rodríguez, fallecido dos días antes a los 85 años de edad.

Fue un adiós en la más pura intimidad, acompañado por dos franciscanos pertenecientes a la Orden de los Hermanos Menores. Ante su féretro oró y guardó silencio para, ya durante el Ángelus, referirse al que fuera su máximo confidente como "un hombre de misericordia que nunca se jactó de su función".

"Confesor, hombre de consejo". Así lo definió. Un homenaje profesado a los cuatro vientos desde la ventana del Palacio Apostólico y ante la atenta mirada de los cientos de fieles aquel día presentes en la plaza de San Pedro.

El suyo fue un gesto de cercanía que emocionó a los hermanos de la orden del clérigo Manuel Blanco Rodríguez, natural de Camarzana de Tera. Residente durante 44 años en el templo que le veló en compañía de Jorge Bergoglio, desempeñó numerosos cargos dentro de su Orden, incluyendo el de definidor general, ministro provincial, visitador, vicerrector, decano y profesor de filosofía en la Universidad Pontificia Antonianum.

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