Benaventanos por el mundo

Benavente en América

La emigración benaventana ha dejado una profunda huella en el Nuevo Mundo

Embarque de emigrantes para América. A Coruña, hacia 1920. | Foto Centro de Estudios de la Emigración Castellana y Leonesa / UNED Zamora.SUPLEMENTO DOMINICAL 100 AÑOS DE LA COLONIA ZAMORANA DE CUBA

Embarque de emigrantes para América. A Coruña, hacia 1920. | Foto Centro de Estudios de la Emigración Castellana y Leonesa / UNED Zamora.SUPLEMENTO DOMINICAL 100 AÑOS DE LA COLONIA ZAMORANA DE CUBA / Cedida

Juan Andrés Blanco

En enero de 2025, 726 nacidos en Benavente residían en el extranjero, de ellos bastantes en distintos países de América. No es extraño, pues los residentes en esta ciudad zamorana estuvieron desde el principio ligados a la aventura de "hacer las Américas", ya desde el principio del siglo XVI. Durante ese siglo al menos 88 benaventanos se trasladaron a América buscando hacer fortuna, siguiendo su vocación evangelizadora o cumpliendo encargos de la Corona. Algunos nacidos o relacionados con Benavente estuvieron ligados a empresas renombradas de la conquista y colonización. Eufemio Lorenzo ha dado cumplida cuenta de ellos. Diego de Losada, después fundador de la ciudad de Caracas, de joven sirvió al Conde de Benavente. Alonso Briceño sale en un viaje a Panamá en 1525 y en 1526 participa en una primera expedición a Perú que fracasa por el hambre, las fiebres y los mosquitos, que les obligan a cubrirse con tierra y barro para protegerse. Permanece cinco meses en la isla del Gallo y al intentar obligarles a volver a Panamá, Francisco Pizarro les anima a dirigirse al Perú, a elegir entre volver a Panamá pobre o "a ser rico y a llevar la religión de Cristo, y ahora escoja el que sea buen castellano lo que mejor estuviere". Briceño es uno de los "Trece de la Fama" que en septiembre de 1527 acompañan a Pizarro en esta primera expedición, que fracasa. Pero en 1531 de nuevo acompaña a Pizarro y Briceño será uno de los 168 españoles que derrotan a los indios en Cajamarca en 1532. Era experto en valorar la plata y sabía escribir. Fue nombrado regidor de la población peruana de Juaja. En 1534 regresó a España con buena fortuna de oro y plata.

Fray Toribio de Motolinia.

Aurelio Ignacio González Broco / Cedida

Hombres de gobierno nacidos en Benavente y que ocuparán cargos en América serán el Gobernador José Diguja y los capitanes Juan Castro y Hernando de Benavente. José Diguja fue guardia marina y participó en la escuadra que al mando del zamorano José Alonso Pizarro, por el cabo de Hornos, persiguió al comodoro Ansón. En América tuvo varios cargos. Dirigió el gobierno de la ciudad y de la provincia de Cumaná (Venezuela), fue comisario para la demarcación de límites del río Orinoco y presidente de la Real Audiencia y Comandancia General de Quito. Al morir en 1786 era mariscal de campo. El capitán Juan Castro, bachiller de leyes, fue hombre de confianza de Gonzalo Pizarro y sufrió su mismo destino al ser derrotados en Jaquijahuana, siendo posteriormente descuartizado. Bartolomé Castro era bachiller en artes, cirujano y boticario y también uno de los más acérrimos partidarios de Gonzalo Pizarro, del que fue consejero y cirujano. Fue hecho prisionero en la batalla de Abancay y posteriormente ajusticiado. El capitán Hernando de Benavente también había nacido en esa villa. Luchó durante el siglo XVI en Colombia, Ecuador y en las guerras civiles peruanas contra los Pizarro. Participó en la fundación de Zamora de los Alcaldes en Ecuador.

Laura Iglesias Romero.

Fray Toribio de Motolinia / Cedida

También en el campo de la evangelización se destacan varios benaventanos. El más conocido es Fray Toribio de Benavente, luego conocido como Motolinia. Al parecer nació realmente en Paredes de Nava hacia 1490 y se trasladó con sus padres muy pronto a Benavente, y de ahí la apelación a este supuesto apellido. Fue ordenado fraile franciscano en 1516 y en 1524 se traslada a Méjico junto a otros franciscanos y serán recibidos por Hernán Cortés. Tras una breve estancia en Guatemala y Nicaragua vuelve a Méjico en 1529. Desde 1530 adopta el apellido de Motolinia, apelativo que le daban los indios. En los años treinta recorrió el Yucatán, Nicaragua y Guatemala, evangelizando y fundando nuevos conventos. El contacto con los indios le sirvió para escribir su conocida Historia de los indios de Nueva España, donde refleja sus costumbres y formas de vida y los efectos beneficiosos de la evangelización, especialmente en sus costumbres. Criticando lo que entendía como posición idealista del Padre Bartolomé de Las Casas y los dominicos, defendió en carta a Carlos V la conquista, la colonización y la evangelización tal como la entendía él. Murió en Méjico en 1569. También había nacido en Benavente otro franciscano que se desempeña asimismo en Nueva España, Melchor de Benavente.

Benavente en América

Laura Iglesias Romero / Cedida

Otros benaventanos menos conocidos también pasaron a América antes del siglo XIX. De ahí viene la fundación de varias poblaciones con el nombre de la villa. En Argentina Juan Jufré fundó la población colonial de Benavente. Y en Puerto Rico se le dio ese nombre a un barrio de San Juan.

Los hijos de Benavente también protagonizaron redes de relación que se fueron nutriendo con la emigración de goteo y finalmente más masiva que se dio hacia Cuba en el siglo XIX cuando España ya había perdido su imperio en América, y especialmente por la prosperidad relativa que fue adquiriendo la Isla por el comercio del azúcar, y en menor medida del café y el tabaco, desde finales del siglo XVIII. Así, Salvador Fernández Casado había nacido en Benavente en 1867 y en 1899 residía en Santiago de Cuba, soltero y trabajando de campesino. Román García Barrero había nacido en 1864. A finales de siglo residía en La Habana, casado y trabajando de empleado. Gregorio Gutiérrez González nació en 1850 y en 1900 reside en la localidad de Cruces, Las Villas, trabajando en el campo y permaneciendo soltero. Apolinario Joaquín Riesco, había nacido en 1864 y en 1899, casado, residía y trabajaba de barbero en la localidad de Jíbara, provincia de Santiago de Cuba. Manuel Martínez López había nacido en 1854 y residía en la ciudad de Guantánamo a finales de siglo, soltero y trabajando como empleado de comercio.

La emigración española a América se dirigió desde las dos últimas décadas del XIX además de a Cuba preferentemente a Argentina (algunos a la Pampa, a Mendoza, a Buenos Aires), y en menor medida también a Méjico, Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Chile. No fueron muchos los benaventanos que participaron en esta "emigración en masa", pero los hubo. Desde el Centro de la UNED de Zamora y su Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo hemos recogido los testimonios de algunos y sobre algunos otros. Aurelio Ignacio González Broco nació en Benavente en 1885. Se ordenó sacerdote en Valladolid y posteriormente se traslada a Méjico donde ejerce también de maestro. Pasó a continuación a Cuba, entrando en la Isla por el municipio de Taco-Taco, en Pinar del Río. Allí se estableció de maestro. Dejó el sacerdocio, se casó y pronto se trasladó la nueva familia a La Habana Vieja y empezó a trabajar en los muelles. Buscando mejor situación para su familia en los años treinta aceptó la ciudadanía cubana que de alguna manera era impuesta por la llamada norma de la reserva de al menos el "50%" de los empleos de cada empresa a los cubanos. Siempre quiso poder volver a visitar a su familia en España, aunque no lo consiguió, pero inculcó mantener el contacto y la vinculación a sus nietos. También tenemos referencia de la familia Iglesias Romero. Marcelino Iglesias había nacido en Benavente en 1891 y Laura Romero en Villadeciervos en 1900. Laura Iglesias Romero nació en Benavente en 1926. Fue una reconocida científica que estudió un tiempo en Princeton, con una larga trayectoria en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Su hermano Augusto, nacido en León, protagonizará una experiencia de la emigración que lo vinculará con América.

Lo expuesto son hilos a veces sin deshilvanar del todo, junto a otros sin descubrir siquiera, que constituyen una parte de la historia de Benavente y sus gentes. Y lo que es más importante, una parte de su presente y su futuro por la visible e invisible vinculación que los emigrantes y descendientes mantienen generalmente con los lugares de los que salieron. En cualquier caso, una historia a profundizar.

Juan Andrés Blanco es el responsable de la Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo de la Uned

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