Eugenio Blanco Ugidos (Benavente, 1962) es el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Benavente. El concejal de Vox, responsable de Obras y de Administración Interior, y llave del equipo de Gobierno de coalición con el PP, no es ni de lejos ni de cerca un político al uso. "No he venido a hacer amigos sino a ser efectivo, y no voy a permitir que se pierda ni una sola subvención", advierte. En esta entrevista habla "claro" del funcionamiento del Ayuntamiento, de la difícil situación en la que se encuentra la ciudad y se confiesa firme defensor del Puerta del Noroeste, el único proyecto "que nos puede salvar".
-¿Cómo valora estos primeros 100 días de este Gobierno de coalición con el Partido Popular?
-Bueno, lo cierto es que, aun con la sorpresa por la forma de trabajar en la administración al estar acostumbrado a lo privado, la experiencia es positiva. He conseguido conocer cómo es el funcionamiento del Ayuntamiento. Pero me desespera ver como se ralentizan los trámites administrativos. No estoy acostumbrado a esto, aunque es así. Pero esto no quiere decir que no haya que ser ágil. Creo que conseguiremos que el funcionamiento del Ayuntamiento sea más ágil.
-¿A qué se refiere con un funcionamiento más ágil? ¿A la Concejalía de Obras en concreto, a los trámites que afectan a la población, a los proyectos más importantes, a la gestión…?
-A nivel general, porque con la idea de sacar adelante los grandes proyectos, que se retrasan bastante, los trámites de los ciudadanos, los que afectan a nivel de la calle, se han ido relegando y las quejas de la gente son muy grandes porque hay grandes retrasos. Hay cosas por salir por lo visto desde el mes de enero, y no se puede tener a la gente tanto tiempo esperando por una licencia, por la apertura de un negocio, por cualquier tipo de actuación. Eso es lo que yo estoy viendo y este es el hándicap que tengo, conseguir que esto se acelere y que se ponga a funcionar. Nos debemos a la ciudadanía no al trabajo del Ayuntamiento. Es importante la ciudadanía en todas las áreas y en todos los campos. Pero se han obcecado (en referencia a los técnicos) mucho con los grandes proyectos y tampoco es que hayan salido a tiempo, con lo cual no sé dónde han perdido tanto tiempo.
-¿Qué proyectos?
-Hablan de la Puerta del Noroeste, pero llevan muchos años detrás de ello y yo creo que no tenía que ser un lastre para lo que viene ahora como parece que ha ocurrido. Pero intentaré que esto cambie. Este es mi objetivo principal, que no se retengan tanto los trámites que afectan a la ciudadanía y a los proyectos del día a día de la gente, porque tienen que tener sus licencias, sus casitas, sus cosas… No hay tanta obra, pero hay que tramitar licencias de apertura, reformas, y se están retrasando bastante con lo que se crea un perjuicio a bastante gente.
-¿Gobernar conlleva gestionar. Usted es empresario. ¿Aprecia muchas diferencias de organización y de gestión entre lo público y lo privado?
-Sí. En mi empresa, por ejemplo, el trabajo se organiza con los encargados y los jefes de obra; vemos la dificultad de lo que tenemos que hacer; tomamos el asunto de frente; distribuimos las tareas y cada uno cumple con lo suyo. La agilidad en el trabajo y los plazos y los tiempos son importantes porque si no la empresa no sería rentable. ¿Qué pasa en el Ayuntamiento? Que se ve otra manera. Los plazos son más tranquilos. Se dilatan mucho a la hora de ejecutar las cosas. Y además está la contrapartida de que la burocracia y los trámites administrativos, alargan los tiempos mucho más. Esto lo llevo muy mal porque algo que se puede hacer de forma sencilla y rápida, como una obra menor, se complica y se complica y te vas a tres meses mínimo. Entre lo público y lo privado la agilidad marca la diferencia. Encaramos las cosas más rápido. Reconozco que los trámites administrativos son así en el Ayuntamiento. Llevan su tiempo, pero lo llevo muy mal.
No aguanto que la gente no esté trabajando, intentando perder el tiempo, no haciendo rentable el dinero que pagamos de nuestros impuestos todos los benaventanos, que se va cada mes en una y otra cosa. Ves que todo puede ser más ágil y no lo es.
-¿Estar preocupado por una gestión eficiente afecta a su perfil político, a las ideas que le llevaron a presentarse a las elecciones para gobernar de una forma determinada?
-Yo tengo claro para lo que he entrado aquí, y se lo he dicho desde el primer día a todos en una reunión: me da igual el PSOE, que Izquierda Unida, que PP. Aquí no hay colores políticos. Estamos trabajando para Benavente. Somos 17 concejales. Mi compromiso es con Benavente. Coincidió que he entrado y donde yo estoy me vuelco. Lo asumo como algo mío porque tengo un compromiso con Benavente porque lo he querido adquirir. Nadie me obligó a meterme aquí. Todos venimos a trabajar por Benavente y por eso no quiero que haya tintes políticos. De hecho, me cabrea mucho cuando se enfrentan entre ellos y se echan cosas en cara. Que no. Que aquí ni Vox, ni IU, ni PSOE, ni PP. Somos 17 concejales que estamos libremente aquí porque hemos querido para trabajar por Benavente. Lo que ocurra a nivel nacional es otro tema. Y no lo consigo, pero no les voy a permitir esto. Me cabrea mucho cuando se meten en temas de política y les salto a la yugular porque no lo admito, no va conmigo. Venimos a trabajar. Cuando entro en el Ayuntamiento me lleva muchas horas. Más de las que yo quería. Y tengo que mantener mi empresa también, y las horas que echo allí tengo que hacerlas aquí también luego (en su empresa). Pero en el Ayuntamiento hay que atender a la gente y estar a lo que estamos.
-Sin embargo, existe la política porque hay visiones y maneras de hacer diferentes, y no es lo mismo gobernar que estar en la oposición. Las responsabilidades son distintas.
-Todos hemos venido a trabajar por Benavente. Yo quiero que ese compromiso que yo tengo lo tengan todos. Creo que el equipo de Gobierno está cumpliendo porque todos tienen muchas ganas de trabajar y por eso estoy a gusto en ese sentido. Vamos bien aparte de los tintes políticos, aunque es inevitable. Hay gente que vive de la política. Yo no vivo de la política, vivo de mi empresa. Levanto la persiana cada día y sé lo que cuesta pagar una nómina y mantener esto y por lo tanto sé lo que cuesta mantener un ayuntamiento. Y hay mucha gente trabajando aquí. Y no se trata de tener gente, gente, gente. A la gente hay que pagarla y ese dinero lo estamos pagando todos los ciudadanos de los impuestos, entre todos. Por eso no quiero que se malgaste el tiempo. Quiero que el Ayuntamiento sea eficiente. Y al estar en Administración Interior también me afecta. No llevo Personal, y me meto donde no tengo que meterme, pero no aguanto que la gente no esté trabajando, intentando perder el tiempo, no haciendo rentable el dinero que pagamos de nuestros impuestos todos los benaventanos, que se va cada mes en una y otra cosa. Ves que todo puede ser más ágil y no lo es. Yo creo que se han acomodado a una forma de trabajar, tipo funcionario, y no hay quien los mueva, y lo peor es que no tienes ni palancas para moverlos. Es la parte que peor llevo. Lógicamente me estoy acostumbrando porque, aunque no me gusta lo que veo, tengo que tragar. Hasta cierto punto, claro, porque hay cosas que no. Hay cosas contra las que me rebelo y me da igual las consecuencias que tenga.
-¿Y qué se propone hacer?
-No sé si conseguiré que esto se mueva un poco más, pero no puedo tirar yo solo por esto. La gente que no ha vivido la empresa privada, que no vive lo que cuestan las cosas, no tiene esa visión. Y lo ven normal. Ven que los trabajos que se hacen, bueno, se están haciendo. Yo creo que sobra gente ahí (en el Ayuntamiento), mucha gente. Y vale que tengamos muchos trabajadores, pero si encima fuéramos ágiles. Pero si está todo el mundo atascado, no sacamos cosas adelante, llegamos tarde y mal a las subvenciones, siempre con la soga al cuello; que se nos acaban los límites, los plazos, que tenemos que justificar, no entiendo para que queremos tanta gente. Algo no está funcionando bien. Eso está claro. Y no viene de ahora, viene de atrás.
-En la parte que le toca como parte del equipo de Gobierno cuáles son sus prioridades, porque Benavente se encuentra en una situación delicada.
-Pues sí y si encima desde el Ayuntamiento no contribuimos a agilizar un poco… No puede ser que cuando un emprendedor quiere abrir un negocio se le pongan tantas trabas, tantas palancas y le tengamos seis, siete meses esperando para abrir un negocio. No puede ser. No puede ser que se quede sin mirar y sin informar un plano o un proyecto durante cuatro o seis meses porque esa gente necesita trabajar, necesita abrir y empezar a generar riqueza, que es riqueza para todo el mundo. ¿Qué problema hay si no somos ágiles? Para lo único que somos ágiles es para cobrar y eso me cabrea. Y me parece muy bien que haya que pagar a todo el mundo, pero les veo muy rápidos cobrando y muy malos sirviendo. No digo que a los proveedores no se les pague a tiempo, que se les paga, pero yo he visto cosas que a mí me duelen. Y no lo aguanto. No puede ser que pagues una fianza por unos escombros porque has hecho una obra y que no se devuelva cuando has acabado la obra y has certificado que está terminada. Hay que devolver el dinero porque es del ciudadano no del Ayuntamiento. Para cobrar somos muy listos, pero no puede ser que nos tiremos cuatro, cinco, seis meses sin devolver ese dinero, y que me están llamando todos los días. Eso me parte el corazón y no lo entiendo. Los que trabajan en el Ayuntamiento tienen que cobrar por su trabajo, pero tienen ser ágiles, no regalar nada, pero hacer ágil su trabajo y no perjudicar a la gente. Esto, si se transmite fuera, hace que Benavente caiga en picado como está cayendo. Y hay una especie de desapego que se transmite a la gente que quiere hacer algo, emprender un negocio, y termina por desistir. Solo por el papeleo terminan desistiendo de hacer lo que iban a hacer. Esto está pasando. Entre estas cosas, la crisis, la cantidad de negocios cerrados, industrias, comercios, bares… nos estamos metiendo en un Benavente que se está muriendo.
Todos los proyectos de los que estamos tirando son heredados y hay que tirar para adelante. Yo creo que la Puerta del Noroeste va a ser un revulsivo, pero no va a ser a corto plazo todavía porque muy bien se tendría que dar, y no por las obras que se van a empezar a ejecutar, sino porque alguna empresa ve atractivo el proyecto y se quiere implantar rápido y que esto se agilice.
-¿Cuál sería el revulsivo para revertir esta situación? ¿Qué proyectos? ¿Qué medidas?
-Todos los proyectos de los que estamos tirando son heredados y hay que tirar para adelante. Yo creo que la Puerta del Noroeste va a ser un revulsivo, pero no va a ser a corto plazo todavía porque muy bien se tendría que dar, y no por las obras que se van a empezar a ejecutar, sino porque alguna empresa ve atractivo el proyecto y se quiere implantar rápido y que esto se agilice. El Puerta del Noroeste nos puede salvar, pero por lo pronto serán dos años. Los demás proyectos son de mejora solo. Non son proyectos enfocados, que es lo que hay que buscar, de ayuda a emprendedores, al comercio, a la industria, que les facilite la generación de riqueza. Hacen falta subvenciones a fondo perdido, algo. El Ayuntamiento no puede darlas, pero si puede buscarlas en la Junta de Castilla y León, para que ese dinero llegue a las empresas y a los emprendedores. A los que quieren hay que ayudarles, no dándoles quinientos euros, con eso no haces nada como el BenEmprende que hemos dado 700 euros a cuatro empresas. Nada, una propina. No se trata de eso. Se trata de darle algo a cambio de algo. Ellos cumplen una cosa y tú con tu parte ayudándoles.
-Pero el Ayuntamiento no tiene capacidad económica para este tipo de incentivos…
-Por eso hay que luchar y pelear en la Junta y con quien sea competente y tenga dinero para este tipo de iniciativas. Pero hay que plantear las ideas, lucharlas y pelearlas. No un BenEmprende, que está muy bien, vale, pero con esas ayudas poco más puede hacer cualquier chaval que quiera emprender un negocio. El Ayuntamiento está un poco atado en eso. Hay que moverse fuera y dinamizar Benavente. Estamos con el Plan de Sostenibilidad Turística, que está muy bien, pero que no genera riqueza. Generamos algo de turismo, poco, pero esta no es la forma de que Benavente tenga un impulso fuerte.
No podemos fingir aquí que todo está guay, porque si las cosas no van bien, yo no lo veo así. Tenemos problemas con todo: retrasos y retrasos por dentro y por fuera. Estamos expuestos a perder subvenciones y esto no es normal.
-¿No teme que sus opiniones puedan generar fricciones con el equipo de Gobierno y críticas de la oposición?
-Pues sí, lo sé y lo tengo claro. Pero tengo un problema. Soy así. Y soy así en mi negocio, en el Ayuntamiento y donde esté. Muchas veces digo que hablo mal, pero con claridad. A mí se me entiende fácil. Y sé que hay gente que no aprueba lo que digo y cómo lo digo. Pero no soy rencoroso. Puedo discutir con cualquiera, pero desde el diálogo y sin problemas para tomar un café a los diez minutos. Estoy acostumbrado a la tensión. Llevo treinta y ocho años y medio con mi empresa. He llegado a tener seiscientos trabajadores y eso significa tensión con las obras, los plazos, los tiempos, problemas que surgen… Estás todo el día en tensión y saltas como una escopeta. Pero salto porque es así como siento las cosas y si creo que tener razón no le tuerzo la cara a nadie, aunque luego tomemos un café. Y aquí, en el Ayuntamiento, pasa igual. Sé que cuando digo la cosas duelen, pero me duele más a mí tenerlas que decir. Pero si alguien no las dice… No podemos fingir aquí que todo está guay, porque si las cosas no van bien, yo no lo veo así. Tenemos problemas con todo: retrasos y retrasos por dentro y por fuera. Estamos expuestos a perder subvenciones y esto no es normal. Una subvención que llegó en diciembre no puede ser ahora que estemos con la soga al cuello porque no tengamos las cosas hechas. No puede ser. Alguien tiene que responsabilizarse de esto. Claro, yo aprieto y sé que como soy sincero me genera problemas.
-¿Lo políticamente correcto sería decir que se está trabajando en ello?
-Claro sí, y quedamos todos muy bien, pero la realidad es que podemos perder la subvención para el Mercado de Abastos fácilmente. Desde diciembre hasta hoy (el 1 de noviembre fue el día en que se hizo esta entrevista) han pasado once meses y estamos igual. No ha habido ningún avance. No tenemos nada. Cómo no se va a perder. Y machacas, y machacas, y hace cuatro semanas que ya me puse serio y dije haced el proyecto porque si no lo saco fuera.
Yo no he venido aquí a hacer amigos. He venido a ser efectivo y eficaz. Y no voy a permitir bajo ningún concepto que se pierda una subvención del dinero que sea porque no se ha hecho bien el trabajo. Porque es un dinero que pierde Benavente y no lo voy a permitir y pasaré por encima de quien sea.
-Ante esta situación cualquier ciudadano podría pensar, pero no es acaso suya la responsabilidad dado que gobierna. ¿Usted que contestaría?
-Pues claro que tenemos responsabilidad. Pero yo intento que esto salgo adelante y por eso el empeño en que se hagan los proyectos, y por eso digo las cosas sinceramente, y por eso me cabreo con los técnicos. Pero si no están haciendo lo que creo que hay que hacer, se lo tengo que decir a los benaventanos, porque si no pensarán que yo no estoy haciendo nada, o el equipo de Gobierno no está haciendo, cuando no es culpa nuestra. Si esto se está retrasando quiero que se sepa y como se pierda alguna subvención de estas, por supuesto que los benaventanos sabrán por qué motivos ha sido. Yo no he venido aquí a hacer amigos. He venido a ser efectivo y eficaz. Y no voy a permitir bajo ningún concepto que se pierda una subvención del dinero que sea porque no se ha hecho bien el trabajo. Porque es un dinero que pierde Benavente y no lo voy a permitir y pasaré por encima de quien sea. Y es complicado porque están muy escudados ahí, tienen hecho un parapeto y una atalaya que no hay narices a subir. Pero da igual, habrá que coger el martillo y romper ladrillo a ladrillo, pero entraré para adentro. Esta es la pelea que tengo, que esto sea ágil y que funcione. Tenemos gente y capacidad para hacerlo. Tenemos más gente que el Ayuntamiento de Zamora.
-¿Está explotando las relaciones institucionales con los consejeros de su partido, Vox, para tratar de conseguir apoyos económicos para Benavente? ¿Habrá resultados?
-Pienso que mi deber como primer teniente de alcalde es intentar echar mano de los que conozco. ¿A quiénes conozco? Conozco al vicepresidente y a los consejeros de Vox en la Junta de Castilla y León. Lógicamente me sería más difícil conseguir una cita con el consejero de Fomento, que es del PP, aunque seguramente sí. Pero pienso que hay un equipo del PP que puede dar ese paso, aunque no tendría tampoco ningún problema. Me reúno con quien haga falta. Pero tiro por los de Vox porque les conozco, tengo confianza, y espero transmitirles las necesidades que tenemos en Benavente y que desde sus posibilidades echen una mano. Y yo creo que sí, que dentro de las posibilidades que tengan, nos tendrán muy en cuenta porque Benavente es una ciudad grande. Yo creo que lo harán.
-¿Cuál es el principal problema que observa en Benavente?
-El problema que tenemos en Benavente es que es una ciudad básicamente comercial. Hay cuatro industrias y gracias al Centro de Transportes que mueve un poco, si no estaríamos mucho peor. Benavente ha vivido siempre del comercio y hubo un tiempo atrás con el boom de la edificación que se empleaba a mucha gente. Esa gente tenía un sueldo y ganaba dinero. Incluso en los matrimonios o parejas trabajaban los dos. Aquello generaba economía. Si gano dinero compro zapatos, ropa, cambio de coche… Eso dinamiza una ciudad. Si a Benavente se le acaba la construcción y el sector servicios, la gente está muy golpeada. La hostelería cierra los domingos, pero les preguntas y te dicen, qué hago, si vienen cuatro y con lo que aprieta la inspección con los horarios y tengo meter a otra persona, no me es rentable o tenemos que cerrar. Ha caído el empleo y la gente está muy achuchada y tampoco es que se gane mucho en Benavente. Y con lo que están subiendo las cosas, con un salario mínimo, se ve que todo está cayendo. Y no le pasa solo a Benavente. Si vas a León pasa igual, aunque esté un poco mejor y tiene algo más de vida, pero si vas a Zamora está igual o peor que Benavente. En las calles comerciales como Santa Clara o San Torcuato solo hay que ver como está. La gente tiene desconfianza. En las parejas ya no trabajan los dos sino solo una, están pagando una hipoteca, y con lo que ha subido el coste de la vida, no llega. Si con el carro de la compra gastas 140 euros y no llevas nada. Y de una nómina de 1.000 o 1.100 euros, un salario que no creo que en las tiendas lo lleguen a cobrar, no les da ni para comprar si tienen una hipoteca. Y si no vas a comprar a las tiendas todo empeora.
-Un círculo vicioso
Es un círculo vicioso del que es muy difícil salir. Solo se puede salir generando empleo. Pero luego el empresario está mal visto. Siempre es el malo de la película. Es el que se la juega, es el que sufre, pero es el malo, es el que gana dinero, es el abusador, como se oye decir. Aparte de esta izquierda un poco casposa que se pasa con eso. Desde que aparecieron Podemos o Sumar no hacen más que criminalizar al empresario y habría que ponerle un monumento cada día, sea pequeño, mediano o grande, porque se juega mucho cada día. Que te juegas el patrimonio cada día y te puedes quedar sin nada. Pero encima te aprietan y creen que por subir el salario mínimo hacen un beneficio a la gente y encima no lo hacen, y encima controlar los precios. No se pueden tener tantos precios en el gasóleo, en la electricidad, porque hacen que no se pueda llegar… Si sube el salario y el tope del IRPF, al final que consigues, que todo vaya mal y el empresario peor. Te cosen a impuestos y no te da. Yo podría tener otra vez seiscientos trabajadores, pero ni se me ocurre porque es inviable. Una sociedad no puede tener un 56% de impuestos, no puede ser, que más de la mitad del beneficio se lo lleva Hacienda. No generas empleo…
Este año con el presupuesto había dos opciones. Si se bajan impuestos de dónde sacamos para hacer esas inversiones. Nos quedamos sin nada. De hecho, hemos tenido que bajar el presupuesto de todas las áreas, de todas las Concejalías, y se va a bajar bastante porque si no no va a haber para las inversiones que tenemos que hacer.
-¿En el Ayuntamiento es partidario de bajar los impuestos?
-El problema que tiene el Ayuntamiento, porque lo hemos barajado y yo lo llevaba en el programa, es que tenemos mucho dinero de subvenciones para inversiones, pero también hay que arrimar dinero municipal. Y este año con el presupuesto había dos opciones. Si se bajan impuestos de dónde sacamos para hacer esas inversiones. Nos quedamos sin nada. De hecho, hemos tenido que bajar el presupuesto de todas las áreas, de todas las Concejalías, y se va a bajar bastante porque si no no va a haber para las inversiones que tenemos que hacer. No te puedes plantear bajar. Tampoco subir, pero no puedes bajar porque si no no te llega con lo que tenemos, en lo ordinario. Ha entrado mucho dinero en Benavente en subvenciones: la Puerta del Noroeste, los otros proyectos, pero cuánto le cuesta al Ayuntamiento. Vas al polígono y cuánto le cuesta, aunque hay una baja importante. Pero son tres millones de euros lo que hay que poner encima de la mesa o hay que pedir. Hacemos, pero hay que poner y ese es el problema. Hay veces que yo no haría tantas cosas que no fueran muy necesarias. El Puerta del Noroeste por supuesto que sí, pero no haría otras cosas. No haría un depósito para un mirador. Si me lo dan al cien por cien bien, pero si me lo dan y tengo que poner dinero, pues a lo mejor no es el momento porque ya tenemos más inversiones de atrás que nos van a costar dinero y el Ayuntamiento tiene un lastre como va a pasar en estos presupuestos que no hay dinero. Y la solución tal vez sea no ejecutar una obra y dejarla para más adelante porque si me dan un 60% de subvención y tengo que poner un 40%, me hace gastar dinero que es lo que pasa con el Plan de Sostenibilidad Turística.
-Pero no cree que con las subvenciones siempre va a pasar lo mismo y en mayor o menor medida el Ayuntamiento tendrá siempre que realizar una aportación sea cual sea la inversión que se promueva.
-Sí, pero hay que buscar la oportunidad de cada proyecto y que ese proyecto revierta algo. Si haces un campo de fútbol es una mejora e instalaciones que los benaventanos van a disfrutar y vienen bien… Yo no hubiera remodelado plazas. Déjala como está. Arréglala, pero no gastes dinero en eso porque se puede esperar. Vamos a hacer cosas que luego reviertan dinero en el Ayuntamiento. Haces un polígono, gastas mucho dinero, pero si se asientan empresas empieza a entrar dinero en el Ayuntamiento. Estamos invirtiendo productivamente. Pero cuando las cosas van mal no se puede gastar dinero en maquillaje. No me hagas unas letras que ponen Benavente y unas jardineras, para que las quiero. Para que me cambias el rosetón de la plaza Mayor, 20.000 euros, y lo bajas para abajo. Eso se podía evitar cuando no hay dinero. Son cosas superfluas que no revierten nada en el municipio. Al final te quedas sin dinero y lo que pasa es que al final no puedes bajar impuestos porque tienes que mantener la actividad y las Concejalías al mínimo y cuando vas a hacer el presupuesto, no da y hay que quitar de todos los lados. Claro que hay que hacer obras y pedir subvenciones, pero hay que intentar buscar inversiones productivas.
-Sin embargo, hay líneas de subvención anuales o bianuales que solamente permiten arreglos de calles o mejoras de plazas, no inversiones productivas, como es el caso de los planes de obras de la Diputación, entre otras.
-Lo sé, y yo estaba en desacuerdo con la plaza de San Francisco, luego te das cuenta de que era una cosa de ese tipo o nada. Pues vale, no sé. Es difícil, pero si no tienes el dinero prefiero no hacerlo. Si me va a costar dinero hacer una remodelación prefiero hacer una cosa curiosa con menos dinero y punto. Y habrá momentos en que puedas meterte en cosas que cuestan más. Claro que hay cosas como el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino y hay que inventarse tonterías para que te lo den y además tienes que concursar para que te lo den… que tienes que poner bicicletas, arreglar los paseos, que me parece bien, y poner un mirador. Y para qué quiero yo un mirador si me cuesta dinero, pero claro tiene que ir en el paquete para que quede más bonito y que nos den el dinero. Si es que falla por todos los lados. Dame dinero para algo productivo.
-¿Cree que el turismo no es productivo?
-Benavente no es que tenga mucho turismo. En España es lo que tira, pero desgraciadamente aquí poco nos tira. Porque está poco promocionado tal vez y debería promocionarse más, tener unas buenas casas rurales, tener algo que la gente se acerque. Hasta los pueblos más pequeños tienen casas rurales… En Benavente tenemos un albergue que da pena verlo, y aquí pasa mucha gente por esta ruta. Pues ten un albergue en condiciones.
Yo creo que el Puerta del Noroeste nos puede salvar no en el 23, porque será muy difícil que alguien llegue a aterrizar, pero igual el 24 en adelante nos salva y no estabiliza las cuentas y ayudar un poco a la gente. Es lo único que nos queda. No tenemos otra opción.
-Es uno de los proyectos del Plan de Sostenibilidad.
-Sí, pero lo que se va a hacer es remodelar un poco, hacer un cacho de telar y no es dinero que se vaya a gastar para hacer un albergue en condiciones. Yo preferiría tirar todo y hacer un buen albergue, que los que vengan se sientan a gusto, y no que estén ahí con cuatro literas como pueden estar en Granja de Moreruela o en cualquier sitio donde están limitados de espacio. Pero aquí podemos hacer una cosa más decente. Esto es parte del turismo porque el que viene haciendo la ruta del Jacobeo y queda a gusto volverá por aquí. Benavente es una ciudad de paso en la que para mucha gente y entran a ver cosas, pero hay que ofrecerle algo más, no sé. A lo mejor es que no da más de sí.
-¿Qué pronostico hace para la ciudad en los próximos cuatro años?
-Pues desgraciadamente no puedo ser optimista. Creo que vamos a ir a peor. Bastante peor. Y eso va repercutir a todas las ciudades y también a Benavente. Tenemos un país con una deuda terrible y galopante. Que habrá menos recursos para repartir a las comunidades y las ciudades y nos va a repercutir mucho. Creo que se van a frenar las obras en infraestructuras. Ya se han frenado mucho y se van a frenar más pese a que dan trabajo a mucha gente. Si no se genera trabajo, que es de lo que vive Benavente quitando los pequeños comercios e industria no hay nada que sujete la economía. Claro es que los ayuntamientos necesitan más dinero y que está pendiente una ley de financiación que haga subir la bolsa para los municipios, porque si no andamos mal. Para mantener todos los servicios municipales no solo no puedes bajar los impuestos, sino que además los tendrías que subir. Y si subes, mayor perjuicio para las economías de las familias y a para Benavente iremos bajando y bajando. Aquí no va a haber subida de impuestos y todas las concejalías se van a apretar el cinturón con la idea de no subirlos. Hubiera sido lo más fácil. Si no se sacara para los servicios que hay que mantener, habría que subirlos, pero vamos intentar equilibra estos con recortes. Es lo que se va a hacer. Esperemos que el Puerta del Noroeste nos reporte dinero que vendría muy bien y nos aliviaría la carga. Porque no es que el ayuntamiento vaya mal. Está dentro de los parámetros de la Ley de Estabilidad, pero se ha cogido mucha obra, mucha inversión, y como hay que arrimar, este año es cuando viene el golpe. Pero vamos, bienvenido lo que se está haciendo y lo que se ha hecho, porque es bueno. Y yo creo que el Puerta del Noroeste nos puede salvar no en el 23, porque será muy difícil que alguien llegue a aterrizar, pero igual el 24 en adelante nos salva y no estabiliza las cuentas y ayudar un poco a la gente. Es lo único que nos queda. No tenemos otra opción. No podemos ayudar a la gente como me gustaría a mí. Las ayudas a la natalidad, a becas, y otras son una propina y además hay que mirar de dónde se saca el dinero.