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El memorial de lo destruido de Benavente

Turismo recupera la memoria patrimonial instalando una decena de paneles con información detallada de los monumentos desaparecidos

Un vecino lee el cartel de la iglesia de San Nicolás en la plaza que se urbanizo tras su derribo. J. A. G.

Un memorial del patrimonio desaparecido evidenciará lo que Benavente pudo haber sido y no es. La destrucción de la mayoría de sus monumentos y el valor turístico que hubiera tenido hoy por hoy la ciudad será patente en los enclaves donde la demolición de iglesias, conventos, puertas medievales o restos de muralla, entre otros inmuebles religiosos, militares o civiles, dejó paso, en la mayoría de los casos, a una creciente voracidad urbanística.

Aunque algunos monumentos habían desaparecido con anterioridad por otras razones, el boom constructivo arrancó en la segunda mitad del siglo pasado y se prolongó durante algunas décadas hasta dejar a Benavente con poco más que los restos de la fortaleza de los Pimentel, el Hospital de la Piedad, y las iglesias de San Juan del Mercado y Santa María del Azogue.

La Concejalía de Turismo instalará diez paneles, con imágenes y texto explicativos de Rafael González Rodríguez, allí donde hubo un hito arquitectónico más o menos valioso.

Detalle del cartel en la plaza del Corrillo de San Nicolás. | J. A. G.

Se trata de un memorial del patrimonio desaparecido que recordará al detalle qué monumentos ocuparon distintos espacios urbanos. Aunque el espíritu de la iniciativa es estrictamente este, estos carteles, sin proponérselo, delatarán también la forma en que Benavente demolió su futuro a base de destruir su pasado más tangible echando por tierra un rico patrimonio.

El primer poste informativo se acaba de instalar en la plaza del corrillo de San Nicolás, espacio en el que se alzaba la iglesia del mismo nombre hasta que fue derribada en 1968.

Los paneles, que instalarán operarios municipales, se irán montando en otros nueve puntos del casco urbano. En concreto se alzarán allí donde estuvieron las iglesias de San Andrés y Renueva, los conventos de San Francisco, Santo Domingo, Santa Clara y Sancti Spíritus, la muralla o cerca de la villa, y la judería y sinagoga, según ha confirmado el concejal José Mariño.

La instalación será paulatina y se irá produciendo a lo largo de los próximos meses coincidiendo con las visitas guiadas para recordar un pasado local del que solo la palabra y algunas imágenes dan testimonio del patrimonio desaparecido y de que no halla el que no guarda.

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