Cinco sondeos de 16 metros cuadrados para determinar el valor arqueológico del castillo-palacio de Benavente

Cinco sondeos de 16 metros cuadrados de superficie determinarán el valor de los restos arqueológicos que se esconden bajo el subsuelo de los jardines de la Mota, en el entorno del Parador Nacional de Turismo Fernando II, y permitirán documentar y tomar decisiones sobre los restos de la fortaleza.

La contratación de los trabajos sale a licitación en los próximos días con un presupuesto de 36.000 euros. Las excavaciones comenzarán en la primavera (entre finales de febrero y mediados de marzo) y se prolongarán durante dos meses.

Esta intervención arqueológica constituye el preludio de las doce actuaciones incluidas en el Plan de Sostenibilidad Turística, que afecta a la Mota y también al entorno de la estación de ferrocarril.

Sistema constructivo de la fortaleza

Entre ellas, la segunda, relativa a la mejora de la eficiencia energética que contempla la peatonalización del frente del Parador de Turismo, y la cuarta referida a la competitividad que incluye la remodelación de los paseos de La Mota, son las que afectan de forma concreta a la zona.

Para acometer estas intervenciones es necesaria la realización previa de trabajos de documentación de las estructuras y estratigrafiados asociados a los restos del primitivo castillo–palacio de los Condes de Benavente. El objetivo es conocer los niveles de uso y el sistema constructivo de la fortaleza benaventana.

La excavación arqueológica prevista contempla la ejecución de cinco sondeos en ubicaciones aún por determinar por técnicos del Ayuntamiento y del Servicio Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.

 Los sondeos tendrán unas dimensiones iniciales de 4,5 x 3,5 metros y la profundidad necesaria para cumplir el objetivo de documentar el sistema constructivo y niveles de uso del castillo, llegando, si fuera necesario, a nivel geológico.

En función de los resultados que se obtengan en cada momento, se podría ajustar la estrategia de actuación para conseguir los objetivos iniciales, incluyendo la reubicación de los sondeos, hasta cubrir el total de superficie prevista.

Los trabajos incluyen la ejecución de la excavación, la demolición y retirada de pavimento, el transporte de los restos y la protección y tapado de la excavación, así como levantamiento y reposición del solado afectado y el balizamiento continuado de las zonas sondeadas durante la ejecución.

Un equipo de entre ocho y nueve personas realizará estos trabajos, incluyendo un director de la excavación arqueológica, con experiencia mínima en la dirección de seis trabajos similares, un arqueólogo, entre tres y cuatro peones, un topógrafo y un dibujante especializado en arqueología.

La zona de prospección afecta a los jardines más próximos al Fernando II, a la calzada y los paseos de la Mota. Los trabajos con georradar realizados hace un año arrojaron como resultado la localización de estructuras, muros y cimentaciones a entre 40 centímetros y 1,80 metros de profundidad.

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