La Asociación San Crispín rindió ayer homenaje y doble tributo al desaparecido torero villalpandino Andrés Vázquez. Lo hizo glosando su figura y concediendo la cruz del mérito de la asociación a la hija del diestro, Jimena Vázquez, y al cineasta Juan Figueroa, que dejó testimonio de la vida y el pensamiento del maestro en la película Sobrenatural.

“Es para mí un honor recibir esta medalla en nombre de mi padre, al que sin duda le hubiera gustado estar aquí con todos ustedes para recibirla y seguramente os hubiera contado mil anécdotas", dijo.

"Yo no lo voy a hacer, sé que vosotros las tenéis con él y las guardáis en vuestro corazón. Os agradezco a todos el amor que le disteis cuando estaba en vida y el recuerdo ahora que ya no está”, añadió Jimena Vázquez.

El secretario de San Crispín, José Luis Jiménez, imponiendo la medalla al cineasta Juan Figueroa. J. A. G.

El cineasta Juan Figueroa, amigo de Vázquez también recibió el mismo distintivo por su labor cinematográfica. Figueroa, que ya presentó Sobrenatural hace algunos años en Benavente y es también miembro de la asociación, recordó de forma especial la figura del recientemente fallecido José Gallego, de Los dos españoles, también amigo de Andrés Vázquez, y ensalzó y recordó también al diestro, del que subrayó su “humanidad”.

“Somos en la vida lo que vamos haciendo al lado de los demás en un rumbo común y un destino conjunto que cada uno lleva sobre sus hombros”, introdujo antes de referirse a la reciente pérdida de Paco Gallego.

El acto se desarrolló en la Sala Lara del Círculo de Benavente. J. A. G.

Figueroa, para quien Andrés Vázquez estará siempre “en el presente continuo”, agradeció la acogida en su día de la película Sobrenatural, una cinta “exigente y compleja”, y el trato de San Crispín, una asociación “sensible, cordial, entusiasmada, jovial, divertida, idealista, quijotesca, joven y siempre fresca que acrecienta mi humanidad”.

El director de cine citó las palabras que Andrés Vázquez pronunció una tarde de verano paseando por Villalpando. “Salí del pueblo con unas alpargatas. Volví al pueblo con otras alpargatas. La vida son los zapatos que hemos gastado”. “Se me pone la piel de gallina recordando a ese hombre, porque la vida es ese prodigio que nadie sabe, y te lleva la vida y la fortuna por donde te lleven nunca olvides tu humanidad”, añadió.

El acto se desarrolló en la Sala Lara del Círculo de Benavente con la presencia concejales y del alcalde de Benavente, Luciano Huerga, que felicitó a los homenajeados y a la Asociación San Crispín por su labor.